La tarde se ha alargado más de lo que cualquiera de las dos hubiésemos esperado. Son las una de la mañana, pero no tengo sueño. Además mañana es sábado así que no hay clases.
El cuerpo me pide quedarme en el sofá viendo la televisión, pero como todavía no paro de darle vueltas a todos los acontecimientos de esta semana, se que quedándome quieta no voy a solucionar nada.
Me dispongo a colarme en la casa de Ray. A estas horas no hay nadie en su casa, porque su madre trabaja todas las noches en una residencia de ancianos, y su padre se queda con él en el hospital. Mes siento fatal por lo que estoy a punto de hacer, pero no me queda otra si quiero comprender más este embrollo.
Me cuelo por la ventana de mi cuarto... bueno, por el de Ray, gracias a la enredadera que hay justo al lado. Una vez dentro trato de hacer el menor ruido posible para no alarmar a los vecinos. Ni siquiera se por donde empezar a buscar. Trato de mantener la calma en todo momento.
No hay nada, soy incapaz de encontrar lo que sea que estoy buscando, aunque solo me ha dado tiempo a registrar en profundidad el salón y la cocina. Tras este fiasco decido volver a casa e irme a dormir. Justo cuando vuelvo a la ventana por la que he entrado, oigo voces. Se escuchan en el jardín. No puedo arriesgarme a salir, por lo que decido esconderme en el armario de Ray.
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¿Por qué tú?
Novela Juvenil"Hay personas que son como libros abiertos, otras son libros cerrados" Para mi todas las personas de este mundo son libros abiertos. Soy la única que es capaz de adivinar los sentimientos más escondidos de cada persona. Conseguí ese don a cambio...