『Club Of Broken Hearts』+18

『Prólogo』

『♚;ѕσℓσ мιяαмє ρσя fανσя』

Era la tercera vez que mordía la goma de mi lápiz que se encontraba todo mordisqueado pero ¿qué más hacía?, la clase desde que comenzó me había aburrido. No;seamos sinceros desde que me enteré Y que tenía esa clase mi día se volvió grisáceo quizás más de lo que ya era.

Lo único que pude hacer bien en toda la clase era mirar a "mi chico", bueno sin que él sepa obviamente. Era tan tímida que incluso pasar a su lado hacía que mis piernas flaquearan.

Se preguntarán ¿quien es el chico?, el chico por el cual babeo, lloro, rio, etc... si, incluso lloraba por el, las ganas de que me notara cada día incrementaban pero sabía que eso jamás pasaría.

Bueno en fin se llama Erick Hanslon, odio mi triste y corta vida; la razón, pues me pasó el típico cliché, el popular y yo una marginada, él una persona social y yo la chica que le tiene miedo a las personas. Él es blanco y yo negro, lo único en común es que somos humanos y eso.

-- Oye Seonmi ¿tienes los apuntes?-- mi mejor amiga hablo, pero como yo estaba en el mundo Erick Hanslon,no podía prestarle atención.-- ¡Seonmi!

Salí de mi trance sobresaltada, el grito de Kenz me había asustado, sentí mi piel perder color quizás porque la hermosa profesora tenía su mirada clavada en ambas.

-- cállate Kenz -- susurre bajando mi mirada al cuaderno en el cual se suponía que debían estar mis apuntes pero lo único que encontré fue quizás tan solo quizás el nombre grande de Erick en marcador negro permanentemente el cual quizás ocupaba toda la página.

La profesora se acercó a ambas a pasó fuerte llamando la atención de todo el salón, Bueno de la mayoría porque mi chico ni siquiera se inmutó. Suspire derrotada, algún día debía superar este falso amor.

-- Señorita Park muéstreme sus apuntes-- la voz determinada y gruesa de la profesora me asusto. Y si antes estaba pálida ahora parecía una momia.

-- y-yo...

Vi de reojo a Kenz quien disimuladamente intercambiaba nuestros cuadernos, trague en seco bajo la mirada penetrante de la bruj... digo la profesora.

-- Aquí están profesora Shin -- le extendí el cuaderno y ella solamente se dignó a elevar una de sus cejas sorprendida.

-- ¿Ah?, de acuerdo señorita Park es la última que le pasó.-- asentí a la advertencia de la profesora viendo cómo volvía a entregarme el cuaderno y se alejaba poco a poco de nosotras.

-- gracias Kenz...-- le mostré mi mejor sonrisa a la cual ella también me correspondió.

-- de nada señorita Hanslon digo -- carraspeo y aclaro su garganta.-- señorita Park.

Carcajeé silenciosamente, no soy tan ruda para hacer que la profesora venga de nuevo hasta donde estamos nosotras.

Sonreí al escuchar el timbre sonar, me sentí libre, estaba a punto de vomitar un arcoíris si fuera capaz, el timbre se había convertido en mi sonido favorito.

-- Vamos Seonmi, Lisa y Annie deberían estar esperándonos -- asentí terminando de guardar todas mis cosas en mi mochila.

Y sin ser muy fuerte volví a desviar mi mirada al cuerpo de mi chico, no sé cómo había logrado cautivarme tanto años. ¡Llevo diez años enamorada de él!,algo que para algunos sería imposible pero para mi no porque yo lo estaba viviendo.

-- deja de violarlo con la mirada, te aseguro que algún día se dará cuenta.-- se burlo Kenz mientras empezaba a caminar dejándome casi sola en el salón.

-- Oye Kenz espérame -- grite corriendo hacia ella.

♚♚♚

-- Esa chica es como boba -- exclamó uno de los siete chicos que se encontraban acosando a la pobre Seonmi.

-- ¡Cállate!, si sigues así se va a dar cuenta de nosotros-- vociferó otro de los siete quien inmediatamente le pegó un zape al chico que había hablado anteriormente.

-- pues que se dé cuenta, me vale, quiero decirle unas cuantas verdades a esa niña. ¡¿Acaso esta ciega?!-- volvió el primer chico a exclamar.

-- déjala esta enamorada -- hablo otro chico quien observaba la pelea de sus estúpidos amigos.

-- ¡¿Enamorada?!, ¡¿A eso le llamas amor?!, no sé entonces cual es el significado para ti del amor pero para los de mi clase a esto le llamamos obsesión.-- el chico volvió a quejarse.

-- ya chicos dejen de pelear -- otro intervino en la estúpida pelea que se había formado.

-- ¡No!,¡A mi me dejan ir a decirle todas sus verdades a aquella niña!-- dos de sus amigos lo agarraron por los hombros impidiendo que hiciera algo estúpido.-- ¡Suéltenme!

-- ¡ya cállense!, no ven que no me dejan escuchar la conversación entre Seonmi y su amiga.-- el mayor de todos les grito llevándose una palomita a la boca.

Siete hombre comportándose como niños, no era la mejor combinación para ayudar a sanar el pobre corazón de Seonmi.

El club de los corazones rotos abrirá sus puertas para la pequeña Seonmi quien aún no superaba su enamoramiento de hace más de diez años.

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