Prólogo

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Anique

Me quedé cerca de mi banco esperando a que el timbre sonará. Suspiré, hacía mucho frío ahora mismo, aunque era verano, el clima se estaba haciendo más frío. Apreté la chaqueta más cerca mio mientras el frío viento empezaba a soplar.

Finalmente, después de lo que parecieron horas esperando, el timbre sonó. Caminé hacia mi primera clase del día, matemática, estaba bien en ella así que no me importaba la tarea. Caminé dentro de la clase, lanzando mi chaqueta a la silla.

 -Ok, ahora clase, hoy comenzamos con un nuevo capítulo... -La maestra espezó a hablar en una voz monótona como cualquier otro día. Miré hacia la puerta viendo el viento frío soplar un árbol y a unas pocas personas que iban por el pasillo.

Me distraje en casi todos los períodos, excepto por música, que amaba con todo mi corazón. Justo después de que el 4to período terminará, empezé a caminar hacía mi casillero cuando la manada de chicos vino por el pasillo, recé porque nadie me pisoteará. La suerte hoy no vino conmigo, como podía ver, una manda de chicos que jugaban al fútbol chocaron contra mí y ni siquiera notaron que estaba ahí. Las porristas que seguían a los deportistas también me chocaron.

Por fin, depués de ser casi aplastada, llegué a mi casillero. Yo no tenía amigos así que sólo me tenía a mí. No era una chica popular, yo era una marginada. Casi siempre me quedaba en mi banco durante el almuerzo mayormente para evitar tener que hablar con personas. Pero lo prefería así, con mucho menos drama y menos problemas de secundaria.

Metí mi libro que me había olvido. En el espejo de mi casillero, podía ver mis ojos azules cambiándose de claro a oscuro mientras enrollaba la manga de mi chaqueta. La cicatriz en forma de V que me persigiría por el resto de mi vida se me quedo mirando. No pude evitar sentir el dolor, que siempre cargo conmigo, empezando a burbujear dento de mí. No tardó mucho a que mis lágrimas empezaran a caer. Podía sentir una lágrima cayendo por mi mejilla.

-¡Maldición! -Dije bajo mi aliento cuando empezé a caminar hacia el baño. 

El libro extra en mi mochila me estaba pesando, podía sentir mis lágrimas saliendo mientras la mezcla de malestar y tristeza se hacían más fuerte. Empezé a trotar ligeramente hacia el baño. Mi mochila empezó a desequilibrarme y, antes de que pudiera entender que estaba pasando, sentí mi mochila tirarme hacía el piso.

Con suerte continué manteniendo mi equilibrio pero de alguna manera terminé chocando contra alguien.

 -Oye, ¿estas bien? -Una voz desconocida me preguntó mientras yo trataba de serenarme.

-Uhm... creo. -Mascullé. Lucía muy nerviosa y sin aliento. -Sí, estoy bien. Solo tengo un enorme dolor de cabeza. -Me miró fijamente a los ojos, deteniéndose por un rato. Por alguna razón estaba confundido, fue ahí cuando noté que estaba buscando su libro. Miró alrededor del pasillo y encontró su libro y el mío, también, ambos habían volado por el cuarto. Debí de haberle golpeado muy fuerte, estoy segura de que le quedará un moretón. Él vió mi lágrima y luego dijo:

-Lo siento, deberías tener más cuidado.

No creo que eso haya sonado muy lindo. Sonó más a a una cosa idiota para decir a alguien que casi atropellaste.

Él trataba de hacer conversación pero podía ver como me compadecía. Me encogí de hombros tratando de caminar hacia la puerta mientras el hablado de nuevo tratando de romper el incómodo silencio.

-Soy Adam, a propósito. -Sonó muy engreído pero no parecía del tipo de gilipollas. Tenía ojos verdes, pelo castaño enmarañado y era una cabeza más grande que yo. 

-Soy Anique. -Le di la mano. Me sonrió. Su sonrisa cayo mientras miraba mi lágrima en mi mejilla otra vez. Lo último que quería era tener que explicarlo. -Necesito irme... gracias por uhm... salvarme. -Me gire en mis tacos continuando mi trote lento. Era mucho para mi mezcla de noción de hoy. Él tal vez piense que me estoy escapando de él, y eso era exactamente lo que estaba haciendo ahora. Quería estar lo más lejos posible de él.

Nunca había visto al chico por acá, él debía de ser nuevo. Pero era como si sus ojos verdes me estuvieran cazando. No quería pensar en lo terrible que me sentí. Sentí dolor por el resto del día. Era como si hubiera corrido hacia una pared de ladrillo, una extraña pared de ladrillo.

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Hola! Bueno aca les dejo el prologo de To love somebody. Voten. Y comenten por si tienen alguna pregunta o quieren decirme si les gusta la historia o simplemente comenten. Subo un nuevo capitulo cada FIN DE SEMANA. Si no llego a subir un capitulo un fin de semana, el siguiente subire dos capitulos.

To Love SomebodyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora