Él Se Encargará - StarAnt - Marvel

4.

¿Sabías que Peter Quill y Scott Lang se conocían desde antes de la batalla contra Thanos?

¿Sabías que ellos eran pareja?

¿Sabías que Lang esperaba un bebé de Quill?

¿No?

Entonces te sorprenderá saber que ya han pasado más de 5 años desde el nacimiento de su bebé.

Aquel bebé que nació como una hermosa niña que se convertiría en la pequeña más tierna y dulce del mundo y que llevaría por nombre Cassandra Meredith Quill Lang.

Esa misma pequeña a la que su papi, Scott Lang, buscaba por toda la casa sin éxito alguno.

-¡Cassie! ¡pulga! - Scott llevaba al rededor de 12 minutos buscando a su hija pero ésta no le respondía.

Cassie crecía sorprendentemente rápido con cada año más que cumplía, sus expresiones y hábitos también crecían. Había cumplido 5 años dos meses atrás y a pesar de seguir siendo la niña tierna, amorosa y divertida de siempre, se notaban un par de cambios en ella. El principal de ellos era la curiosidad.

Sí, la curiosidad.

Cassie tenía una enorme curiosidad por todo lo que le rodeaba.

Y lo que no.

Porque ¿vamos? si te dijeran que tu padre fue un forajido espacial y tienes por tíos a un mapache parlante espacial y a una extraterrestre robóticamente modificada ¿no te interesaría ir al espacio?

Quizás a algunas personas no, pero a su hija sí.

Desde que cumplió 5 años, Cassie había mostrando interés por el espacio.

-¡Pulga! ¡vamos, me rindo! -.

Scott soltó un gran suspiro, empezando a preocuparse. Entonces, allí parado en medio del pasillo y por mera casualidad, levantó la mirada para ver que el cordón que bajaba las escaleras que deban al ático, estaba un poco abajó y la puerta estaba abierta.

Siguiendo sus instintos y sin otro lugar más donde buscar, dio un saltó para tomar el cordón y terminar de bajar las escaleras. Trató de no hacer ruido al subirlas para sorprender a su hija en caso de que se encontrara allí.

Efectivamente, allí estaba, sentada frente a la única ventana e iluminada por la luz del sol, dándole la espalda totalmente y eso lo hizo sentir algo mal por intentar sorprenderla o asustarla, así que decidió hablarle.

-¿Cassie? -.

La niña giró la cabeza encuanto escuchó su voz, permitiendo que su padre viera un pequeño atisbo de un sentimiento melancólico en sus ojos.

-Así que aquí estabas - terminó de subir y se encamino a ella - te he estado buscando, me tenías preocupado ¿cómo lograste subir? -.

-Perdón, papi - se disculpó desviando la mirada y agachando la cabeza.

Scott conocía demasiado bien a esa niña, la llevó dentro de él después de todo y había vivido cada día de los últimos 5 años a su lado. Sabía descifrar cada una de sus emociones y gestos, por eso supo que le ocultaba su tristeza.

-¿Y bien? ¿qué es lo que te tiene tan ocupada aquí? - tomó asiento a su lado doblando sus piernas.

Fue al sentarse, que Scott se dio cuenta del grueso libro que ocultaba la niña entre sus brazos.

-¿Qué es eso? -.

-Lo encontré aquí - dijo dándole el libro.

Aunque Scott al principio no le había tomando importancia, lo hizo cuando vio de qué se trataba.