Capitulo V

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'Él'


Llora cariño pronto serás libre - le dice, anudando la mano izquierda de ella con la cuerda de mecate marrón - hermosa, eres hermosa - pasa el mecate encima de la única biga de madera que hay en la parte superior de la habitación y con la punta contraria del mecate anuda la otra mano, de esa manera queda suspendida del techo mirando hacia la puerta - tu si no podrás escapar querida - sonríe y corta con la navaja la camisa de enfermería que aún lleva puesta, comienza desde el cuello a los hombros primero uno luego el otro, la camisa cae y ella comienza a gritar entrecortadamente, como si el corte fuera sobre su piel, corta los tirantes de su sujetador y este cae también. Ahora está desnuda colgando del techo sin poder mover sus manos o sus piernas, con la voz ronca; los ojos rojos y el pelo alborotado - deberás que estas hermosa - dice riendo a carcajadas y ella deja de llorar - sigue llorando, es hora de que comas, mi rosa. - como si su voz enviara las señales a su cerebro ella comienza a llorar y jimotear de nuevo. Baja la escalera de banquito que le ayuda a alcanzarla, no está tan separada del suelo solos unos cuarenta centímetros, pero con el banquillo es más fácil verle perfectamente el rostro.

Sale a la cocina, abre la estantería y toma una lata de aceitunas, la abre y vierte una cucharada de sal, una de azúcar y un huevo con su cáscara bate todo y vuelve a la habitación, ella a dejado de llorar y eso lo molesta. Sube la pequeña escalerilla y toma su barbilla, mete la mano en su boca y tira hacia abajo la hilera inferior de dientes, así mantiene su boca abierta dándole a probar el horrible sabor químico y oxidado que se mezclaban en sus dedos, él retira su mano cuando ve que se mantendra con la boca abierta, los ojos de ella no dejan de escurrir mientras él introduce una cucharada llena del engrudo que le acaba de preparar ella trata de escupirlo pero con la boca abierta de esa manera le es difícil tanto como tragarselo, él ríe al ver sus intentos de ambas cosas, saca la mano y la coloca bajo la barbilla para mantenerla cerrada ahora. Lágrimas no dejan de caer y al tragar las duras y filosas cáscaras se vuelven más audibles sus gemidos de dolor, él no para de reírse le hace gracia este show.

Ella niega con la cabeza, cuando el intenta meterle la cuchara de nuevo a la boca - o comes o te mueres ¿me entiendes? - la molestia es evidente en su voz, suena áspera y forzosa cuando le sale de entre los dientes, ella vuelve a negar y él introduce lentamente la hoja de cuchilla de la navaja en el área baja del estómago un centímetro debajo del ombligo. Ella intenta gritar pero con la sequedad y el dolor de su garganta herida, lo que sale es un pequeño aullido acompañado de gruesas lágrimas y un estremecimiento. La sangre brota rápidamente cuando saca el cuchillo de navaja, él recoge la sangre con su mano libre justo como cuando lo hizo con sus jugos en el coche, la metió en su boca para que ella misma se la tragara, lloraba y se estremecía, el temblorio de su cuerpo transforma sus sollozos en hipo e hizo que la sangre de la mano frente a ella salpicara el rostro de él.

Con toda la furia que surgió de su interior, introdujo la misma mano ensangrentada en el agujero que el cuchillo de navaja había dejado. La metió y movió causando un dolor inminente, ella aúlla y llora estremeciendose; él saca la mano y la introduce ahora cuatro dedos en su cavidad, mueve los dedos y los clava en su interior, ella sigue aullando por el dolor, las saladas lágrimas entran en su boca mezclándose con la sangre y la saliba. Él saca los dedos y frota su mano llena sangre y jugos contra su cara manchando toda su expresión de dolor - ¿por qué me haces esto? - logra decir ella con la voz tosca

Porque la vida no siempre es como uno se la espera.

《》

'Ella'

El cielo está nublado hoy, desde anoche se supone una tormenta que no ha llegado, he estado dándole vueltas al caso toda la noche y mi instinto me hace creer que el señor Berkly no es el asesino, de igual manera tendría que llevarlo a la comisaría para hacerle unas preguntas.

Jardín De Rosas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora