❝ Todo regresa a su lugar, los vulnerables encuentran un hogar y la catástrofe regresa buscando una nueva historia que contar. Dónde el cielo, amenaza con quebrarse ❞
↠Segunda parte de Skyfall
Delena-Bonenzo | 2018
Katherin enredó una toalla en su cuerpo y caminó hasta el espejo en la pared para mirar su reflejo, no sabía que le ocurría y por qué estaba teniendo esa clase de alucinaciones, tal vez era su conciencia que le estaba jugando sucio y la hacia sentir culpable por la muerte de sus padres pero ¡Por dios! era una niña cuando todo había ocurrido, cuando Derek había llegado a arruinar toda su vida, no era culpa suya ¿o si?
—¿Kat? — habló Louis tocando la puerta del baño — May dice que es hora de cenar
— Ya voy, Lou — contestó ella — solo necesito unos minutos
La chica se limpió la cara y se secó el cuerpo antes de salir del baño, caminó con rapidez hacia su habitación tratando de no ser vista pero Peter se apareció en su puerta con los brazos cruzados y mirándola de una forma extraña
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— ¿Por qué tienes la ropa mojada? — preguntó y Katherin lo obligó a entrar a su habitación
— Peter, algo está pasándome — dijo alterada — Tengo alucinaciones y parece que no tengo control sobre mi cuerpo
Peter escudriñó el rostro de la rubia y parpadeó varias veces — Disculpa ¿qué?
— Que estoy volviéndome loca, Peter — exclamó Katherin con un ademán
— No creo que estés loca, Kat. Tal vez sólo es porque no has estado durmiendo lo suficiente, una vez leí que cuando no descansas bien, comienzan las alucinaciones y otras cosas — dijo Peter buscando otra razón
— No es así, Peter — reclamó — Créeme, esto no está bien
Peter suspiró y asintió con pesadez — Vale, buscaremos ayuda. Estarás bien, Katherin
Ella se abrazó a Peter y cerró los ojos sintiéndose en paz
— También hay algo que debo contarte — dijo Peter y Katherin se movió para mirarlo — la señora que nos pidió ayuda ¿la recuerdas?
— Por supuesto ¿que hay con ella?
— Quería mi sangre — respondió el héroe
— ¿Tu sangre?
— Si, al parecer creé que eso podría curar a su hijo enfermo
— Pero eso no es posible ¿o si? — preguntó Katherin
— No, claro que no. Si le doy mi sangre, el niño podría morir y no quiero que eso pase, no lo soportaría. Se supone que ahora que todo el mundo sabe quien soy, tengo que cuidar de todos, asegurarme que estén bien
— Tranquilo, Peter — Katherin volvió a abrazarlo — todo va a estar bien, ella lo entenderá
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