꧁CAPÍTULO 3꧂

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DAYANNA:

Tengo que aceptar que, en ese momento tuve una leve esperanza de escuchar objeciones de parte de los cazadores sentados en la mesa central. Me conformaba con alguno de los que estuvieran de pie escuchando la reunión.

Nada pasó.

Solo se oían el crepitar de las antorchas y una que otra criatura de la noche. Las miradas iban de un lado a otro, pero solo eso.

­­­­—La reunión queda finalizada, vuelvan a sus hogares e informen a sus familiares la noticia.

Los asistentes comenzaron a salir de La Cúpula murmurando entre ellos. Todo lo contrario a los cazadores de alto rango que se levantaron y se fueron sin dedicar una mirada a Matthew.

En breves momentos la sala quedó totalmente vacía, Matthew en su asiente con Chuck a cada lado suyo. Él también se puso de pie, pero se dirigió al estante lleno de las bebidas que había traído de varios clanes de cazadores. Eligió una botella que parecía vino por su color escarlata, no soy ninguna experta en bebidas alcohólicas o exóticas por lo cual lo único que venía a mí era la palabra vino. Retiró el corcho cuidadosamente, se sirvió la bebida en una copa pequeña.

–Imagino que se estarán preguntado el porqué de mi decisión. — movía la copa en círculos, con aire desinteresado—Y antes de que me digan algo, les aclaró que no daré mi brazo a torcer. Ahora, pueden continuar.

—Escuchaste lo que dijiste en la reunión ¿Verdad?

—Por supuesto, Dayanna.

—Entonces, ¿Por qué lo hiciste? Sabes perfectamente las consecuencias que traerá. Tú viste con tus propios ojos las consecuencias de esa ley. Chuck y yo la vivimos en carne propia, igual que muchos niños que lamentablemente no están aquí. Todo por culpa del antiguo Líder y su estúpida ley.

Su voz se tornó profunda al hablar.

—Momentos como este son los más difíciles para un líder. Encontrarse en una encrucijada donde te ves obligado a realizar cosas que no deseas, tomar decisiones que juraste nunca hacer. Existen muchos caminos que pude elegir, pero todos traían un fin trágico. Elegir el que ocasionaría menos muertes fue lo mejor que pude encontrar.

—Siempre hay otro camino—habló Chuck, con la mirada perdida, los codos apoyados en la mesa y su rostro sobre sus manos entrelazadas. —Debe de haberlo, me niego a aceptar una nueva masacre.

Matthew esbozó una leve sonrisa que logró llegar a sus ojos. Llevó la bebida a sus labios y la tomó de un solo sorbo. Metió la mano el bolsillo de su chaqueta, un papel doblado.

Volvió a la mesa y dejó la copa delante de Chuck con el papel debajo de esta.

—Confío en ello.

Luego de eso salió de La Cúpula, sin mirar atrás.

—Matthew tiene razón, deberíamos de ir a dormir, ya es tarde. —El papel ya no estaba debajo de la copa y Chuck tenía las manos dentro de los bolsillos de su chaqueta.

Lo miré a los ojos. Y él los movió hacia la izquierda.

Alguien está observando.

Asentí sin siquiera mirar a la dirección que me indicó. No era necesario.

—Ok, te toca apagar las antorchas.


**********


Con Chuck nos dirigimos a nuestra cabaña sin decir ni una palabra, caminando a una velocidad que no resulte sospechosa y a la vez que sea rápida para evitar encontrarnos con gente indeseada.

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2019 ⏰

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