Capítulo 6

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Capítulo 6

   Una mañana Steven había decidido salir al patio trasero de su propiedad, mirando cómo el sol empezaba a pintar aquel cielo aún oscuro, poco a poco, de naranja. Los pájaros habían empezado a cantar como todas las mañanas. Siendo aquel una de las cosas que más amaba de aquel lugar. En sus manos tenía una taza de café. Era su costumbre para empezar el día. Aquella mañana tenía que pagar algunas facturas, antes de ir al trabajo. Incluso, se encontraba pensando cómo habría de distribuir sus escasos momentos libres. 

   Cerró los ojos. Eran tan tristes recordar como lo distribuía antes.

   Ella. Leah, era lo principal, antes de perderse en el trabajo. Y perderla a ella.

   Abrió los ojos. Una lágrima había empezado a recorrer su rostro, al mismo tiempo, en que suspiraba con añoranza.

   Miró hacia el horizonte. Ese sentimiento jamás se alejaba de él… La añoraba con toda el alma, aunque a veces sentía que ella estuviese allí. Su sombra. Su recuerdo. Su esencia… Todo lo que la regresaba a él.

   Se levantaba sintiéndose solo, en una cama vacía. Y aún no podía concebir que pudiera volver a amar a otra mujer. Jamás. Era como si ese deseo no pudiera volver a existir, en absoluto. A veces, las lágrimas le traicionaban en las noches, al sentir que en su vida no había algo que realmente funcionara. 

_ ¿Cuándo fue que perdí mi camino hacia ti?_ expresó en tono bajo, mientras pensaba en Leah.

   Ese era el verdadero Steven. Aquel hombre que se veía tan imperturbable. Sin embargo, era una máscara a su dolor interno.

_ Hola, mamá.

_ Buenos días, campeón. ¿Listo para desayunar?

_ ¿Puedo comer tortilla? 

_ Siéntate en la mesa, ¿ya te lavaste las manos?

_ Sí…

   Hilary miró su reloj.

_ Bien, tu tío estará por llegar. 

_ Dijo que me llevaría a caminar por Loop Head.

_ Desde que era un niño le encantaba salir a caminar por allí y escuchar al viento. Solía decirle que me parecía tonto.

_ No lo es…

_ No lo es… Pero, no le digas que te lo he dicho…

_ Te lo prometo… me ha dicho que después nos iremos a pescar.

_ ¿No me digas?

_ Sí, me ha dicho que me enseñara como el abuelo le enseñó a él.

_ Pues, sería genial verlo, si pudiera… Pero tengo una diligencia que hacer después de que tu tío venga. 

_ ¿Sobre tu nuevo trabajo, mamá?

_ Sí… Deséame suerte.

_ Te deseo mucha suerte… Y puedes estar tranquila, porque me portare muy bien.

   Steven llegó, vestido informal, siendo el Steven que su hermana menor conocía. Saludo amenamente a Hilary y luego a su sobrino, a Josh, antes de disponerse a salir a su aventura de fin de semana. Una actividad que procuraba realizar, cuando el tiempo y las circunstancias se lo permitían.

   Esa mañana, Emily había aceptado salir con Matthew y Adrianne, para así despejar su cabeza de aquellos pensamientos que se negaban a dejarla en paz. Aunque no se lo había dicho a ellos. Matthew y Adrianneeran para ella como una familia también. Aun cuando ya Matthew lo era, desde que él había perdido a sus padres.

 Él era, y seguía siendo, su hermano no de sangre y su mejor amigo.

_ Cuando el pequeño Ronan aprenda a caminar, lo primero que le voy a enseñar es amar este lugar. Pienso traerlo a pescar…

_ ¿Sin mí?_ preguntó Adrianne graciosamente. Cómo si le hubiese dolido aquella afirmación que le decía que eran cosas de hombres_. ¡Tan rápido se olvidan de uno!_ se hizo la ofendida, para luego reírse_. Te entiendo… Serían cosas de padre e hijo…_ rozó finalmente la mejilla derecha de Matthew, mirándolo con todo el amor que ella sentía cada día por él.

   Emily fingió que tocía.

_ Tengo que recordarles que es de mala educación comer entre los hambrientos… Y yo me encuentro solita, sin la posibilidad que alguien me mime… 

   Matthew y Adrianne sonrieron algo ruborizados.

_ Lo siento…_ expresó tímidamente Adrianne, preparándose a la explicación de Matthew de cómo pescar. Al menos haría el intento de ver si pescaba una trucha.

   Steven caminaba en dirección a aquel lugar, llevándose la sorpresa de verla desde lejos. Emily llevaba su cabello suelto. Y su sonrisa, le atrajo, sin que ella se percatara de eso.

_ ¿Es la señorita O´Hara?_ le había expresado Josh, sorprendido.

_ Vamos a saludarla, ¿te parece?

_ Sí, me parece genial.

   Emily tomó la caña de pescar en ese momento, para también hacer el intento de pescar algo. Tomó el anzuelo en sus manos y trató de lanzarlo al río, con un muy peculiar movimiento. Ignorando la presencia de Steven y de su sobrino en aquel lugar. Steven, al igual que Matthew, en su silencio se estaba burlando de aquel movimiento ocurrente. Como diciendo que era mejor que Emily se quedara como maestra. Sí, aquella profesión de caía mejor que dedicarse a pescar. No obstante, ante de que Steven pudiera decir algo o hacer algo, sintió que algo se enterraba en el tejido de su suéter.

_ Creo que has pescado uno muy gordo._ agregó Matthew graciosamente, haciéndole ver a Emily hacia donde había ido a parar el anzuelo de su caña de pescar.

_ ¡Oh, por dios! Lo siento… Lo siento…_dijo sonrojada.

_ Ha atrapado un pez gordo. No es para lamentarse._ le había expresado Steven con picardía, mientras la miraba a los ojos, al mismo tiempo que le entregaba su anzuelo_. Josh y yo pasábamos por acá y la hemos visto aquí, y hemos querido pasar a saludarle. Ha sido un gusto para ambos verla esta mañana.

_ Uno que no estaba en mis planes._ expresó queriendo que la tierra se la tragara en ese momento_. Hola Josh._ saludó al niño, después de saludar a su tío_. El placer es también mío. Realmente ha sido una sorpresa para mí verlos por este lugar. No era mi intención pescarlo a usted… Quería una trucha.

Tú Puedes Salvarme (2do libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora