La desesperación comenzaba a ser de más de molesta, ya iba a ser la hora desde que el silencio reinaba después de aquel tiroteo. Habían sido muchas las balas que se habían disparado, pero ahora no estaba tan seguro de salir como en ese momento. La temperatura del chico estaba baja, gracias al calor que desprendía y el de los padres de ____ lograban mantenerlo estable, pero ¿hasta cuándo?
Respiro hondo, pasando los dedos entre la melena rizada rubia del chico y sonriendo ante el suspiro que este soltó, se le veía preocupado por la voraz, pero mantenía la calma como todo un adulto ante situaciones difíciles... mucho mejor que un adulto a decir verdad.
— ¿Cuántos años tienes, Daniel?
— Trece años, los cumplí en febrero. – respondió el crio, viendo el orificio fijamente. Los ojos grises se le veían opacos. – Va a volver ¿cierto? No me gustan las personas que me dejan.
— Lo hará, es terca.
— Mis papás lo eran. – comento el chico, bajando la mirada. – Ellos siempre decían que iba a ser la última vez, pero nunca fue así. Decían que iban a volver temprano, pero tampoco lo hicieron. – soltó un suspiro. – Por eso estoy un poco receloso de que ella cumpla...
— Eso es entendible, pero ¿sabes? Todos merecen una segunda oportunidad, de ellas nacen las mejores cosas.
— A veces no...
¿Qué debió haber pasado el chico para decir aquellas palabras con tanta seguridad? Palmeo la cabeza del chico con suavidad, echo la cabeza hacia atrás y vio hacia las raíces que les cubrían y mantenían aquel lugar sin derrumbar. Estaba cansado, pero antes de dormir o calmarse, quería que ____ estuviera a salvo. Si fuera posible, a su lado.
Sintió a Evan tensarse a su lado, luego escucho gruñir a Armonía y entonces él lo escucho, eran pisadas. Por el orificio vio las botas negras de cuero, típicas de caza, pasar y detenerse. Era su oportunidad.
Dejo a Daniel en brazos de Armonía y Evan, camino cuidadosamente hacia la salida. Trago, abrió y cerró los puños, preparándose para lo que iba a hacer. Hazlo por ellos, hazlo por ella. En un movimiento rápido, sin dudarlo, sujeto los pies con fuerza y jalo, el golpe que se escuchó de la persona al caer fue hueco y cuando estuvo a punto de estrellarle el puño en la cara, se detuvo.
— ¡¿Estás demente?! – el grito de Nathaniel le hizo encogerse. – ¡Pudiste matarme! Casi me ca...
— Nathaniel, cállate. – Gabriel se asomó por la entrada, él no pudo evitar sonreír mientras ayudaba a Nathaniel para levantarse. – Me da gusto que estés bien, Justin.
— No sólo yo. – anuncio, yendo a donde Evan, Armonía y Daniel, al que tomo en brazos. Cuando se dio la vuelta se quedó sorprendido al ver como Nuevas Especies y Voraces hacían más grande la salida.
— ¡No me lo puedo creer! – Gabriel se lanzó a Armonía, abrazándola como si de una pequeña hermana se tratase. – ¡Estás bien! ¡No lo puedo creer! – se volvió. – ¡¿Tu también?! ¡Ven que te beso! – se lanzó a Evan.
— Ey, el hermano gay aquí soy yo, no te pases.3
Negó con la cabeza, sin comprender mucho lo que estaba pasando ya que al festejo se unió Nathaniel, fue extraño, pero no iba a preguntar. No tenía tiempo para eso. La prioridad ahora era encontrar a ____, tal vez, sólo tal vez, ya ella estaba a salvo en una de las camionetas.
Con ayuda de un voraz saco a Daniel de aquel lugar, pero al momento que él salió, el chico volvió a sus brazos, era natural. Ese chico de seguro era de poca confianza y sintió el pecho hincharse de orgullo; en ese momento era en el único que el muchacho confiaba y eso se sentía bien.
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Jericho (Nuevas Especies #5) - Justin Bieber (ADAPTADA)
FanfictionJustin es... amable, dulce, ardiente, apasionado y más que un bien guerrero, tiene un buen corazón, pero ¿por qué no ha tenido compañera? Por sus ojos rojos. No son normales, dan miedo a todas las hembras y ellas se alejan, todas, bueno eso es lo qu...