Capitulo 15

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Cuatro, eran cuatro casas de acampar y no estaba seguro en cual estaba ____; en ninguna parecía haber más seguridad que la otra ¿estaría en ese campamento siquiera? Bajo del árbol, procurando no hacer nada de ruido y al tener los pies sobre la tierra, respiro hondo.

Le temblaban las manos, podía asegurar que también le temblaban las piernas, pero la mente y el objetivo los tenía claro. Salvar a la hembra que sería su compañera, si es que aceptaba ella claro está. Bajo su cuerpo, acostándose sobre la fría nieve que había dejado de caer y comenzó a arrastrarse, escabulléndose entre arbustos secos y arboles caídos, era obvio que esa era el área en donde el fuego había iniciado.

Lamentaba no haber ido al encuentro de Especies y Voraces, pudo haber sido muy diferente las cosas; tal vez mejores o incluso pudieron haber sido peores, pues en aquel encuentro también se perdieron vidas. Aunque aquella ocasión del carro bomba, de los Especies siendo usados como mercancía sexual... ¿Cuándo será suficiente para los humanos? ¿Qué tanto estarán dispuestos a hacer?

Soltó un suspiro, debía concentrarse en el momento y no en situaciones pasadas o futuras. Necesitaba sacar información de un humano, uno que se apartara de los demás y encontró la oportunidad; un hombre de mediana edad caminaba tambaleante cerca de una gran acumulación de nieve. Ese sería su informante.

Con paso silencioso se acercó a este, evitando en todo momento ser visto por los demás e incluso ser detectado por los "guardias". Al llegar con el hombre, le sujeto rápidamente de las solapas y le hizo caer sobre la nieve, esta rápidamente los cubrió, cómo encubriendo el rastro de él con el fin de ayudarlo. La naturaleza sabía con quienes ser agradecida, pues de ella lo justo venía.

Cubrió la boca del hombre, este tenía los ojos desorbitados del miedo y las pupilas dilatadas, era obvio que estaba borracho, hasta lo podía oler.

— ¿Dónde está ella? – pregunto en susurro, no perdiendo detalle del mundo fuera de la nieve que les cubría. – Si mientes, lo sabré y te mataré, así que por tu bien di la verdad. – retiro levemente la mano de la boca del humano, este trago saliva.

— Realmente no sé de qué hablas...

— La Voraz que atraparon hace una hora y media.

— ¿Voraz?

— Comienzo a cansarme. – le sujeto el cuello, el miedo volviendo rápidamente al humano. – Te doy otra oportunidad.

— Aagh, está bien – intento zafarse, pero él no le dejo ir. – Está a dos kilómetros de aquí, al sur, mi jefe dijo que era para vender, pero yo creo que se la va a coger.

Eso último no lo tuvo que haber dicho, la presión sobre su cuello aumento involuntariamente y lo único que escucho fue el clic del hueso al romperse. Con lentitud sus dedos se abrieron dejando ir el cuello roto del hombre, se levantó de la nieve y escucho los gritos enfurecidos de los demás del campamento.

No importaba que lo vieran, al fin y al cabo, dentro de poco no serían nada.

*'''*

— Eres diferente a las demás especies. – menciono el hombre de piel negra, sujetándole con fuerza la barbilla, haciéndole daño. – ¿Eres una cosa nueva? Debo admitir que tienes más pechos que otras.

— Vamos, Mad, déjala en paz. Si tiene más heridas de las que ya tiene no podremos venderla.

— ¿Y quién la va a querer comprar si esta toda agujerada y ...

— Y debes dejarla tal y como ya está, no me pienso entrometer si te matan o disparan, ¿entiendes?

— Ya entendí; la dejare en paz. – entonces la soltó, haciéndola caer sobre esas mantas que la mantenían un poco tibia, comenzaba a perder calor corporal.

Jericho (Nuevas Especies #5) - Justin Bieber (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora