Hospital| Ariana Grande y tú

Capítulo 5

Tal vez, después de todo, el accidente si me había afectado la cabeza. O eso era lo que creía Shawn, después de haber aceptado la petición de Troye.

Y aunque quisiera negarme, ya era muy tarde.

Aquella tarde nos dirigimos a un supermercado cerca de casa, Troye quería aportar algo de bebidas porque después de todo, yo era la que aportaba la casa para su pequeña e improvisada fiesta. O como el decía, una reunión de amigos.

Que nisiquiera tenía idea de quienes eran.

—¿Queres que te ayude?—Preguntó Shawn al verme cargar unas cuántas bolsas, que me había pedido mi abuela que comprara. Según ella, no había tenido tiempo de hacer las compras.

—Si, claro...—Respondí mientras veíamos como Madison y aquel rubio jugaban por los pasillos—¿Siempre van a ser así?—Shawn simplemente asintió, después de todo me terminaría acostumbrando.

—Mira, compré un par de cosas para merendar en tu casa—Dijo Madison mientras esperaba que aquella chica del lugar terminara de cobrarle.

—Genial, aunque no te hubieses molestado, yo compre varias cosas—Le respondí cuando salíamos del lugar y nos dirigiamos hacia su auto—¿No piensan ayudar a Troye?—El chico se podía ver que apenas podía cargar aquellas tres bolsas y el esfuerzo que hacia para no tirarlas.

Y aunque no me sorprendió, ellos habían dicho que no—Tranquila, se ve que puede solo—Respondió Madison riendo y simplemente niego al ver lo malditos que podían llegar a ser. Así que cuando Shawn terminó de guardar mis bolsas, fui a ayudar al rubio que se sintió más aliviado.

—Gracias ________, por suerte alguien de acá es amable conmigo, mis brazos no lo soportarian ni un minuto más—Dijo el chico mientras terminabamos de guardar aquellas bolsas en el auto.

Luego de eso, fuimos hasta mi casa. Por suerte, mi abuela había terminado de ordenar el desastre que habían hecho mis hermanos, porque yo sola no hubiese podido.

—¿Le has enviado un mensaje a Ariana?—Preguntó Troye, una vez que los chicos estaban preparando la merienda.

Había olvidado hacerlo, aunque también debía admitir que lo estaba evitando.

—Aún no, deje mi celular en la habitación, cuando vaya a bañarme lo voy hacer—Respondí, sentándome al lado de Madison quien estaba texteando—¿Con quien hablas?—Le pregunté intentando leer aquellos mensajes.

—No es de tu incumbencia—Dijo con una sonrisa, impidiendome ver aquel celular—¿Estas juntandote mucho con Sivan, no?—Creo que parecerme a ese chico, iba a ser lo último que haria en mi vida.

—Claro que no—Respondí después de beber lo que había en mi taza. Y ella asiente—¿Entonces estas seguro que serán un par de chicos solamente?—Le pregunté al rubio y él asintió algo obvio, al menos eso esperaba—Bien, entonces nos quedaremos en la sala del jardín, cerramos los ventanales y no va entrar frio. Además, podemos encender la calefacción.

—Genial. ¿No va a molestarle a tu papá?—Pregunta Shawn, y niego. Al menos, eso era lo que dijo. Me había sorprendido que me dejara, crei que solo iba a recibir un no como respuesta.

Antes era algo imposible que me dejara traer a muchos chicos a casa, al menos cuando no era mi cumpleaños. Y cuando quería salir, teníamos que insistirle por horas con mi amiga.

—Entonces, vayamos a organizar nuestra fiesta—Dice Troye, bastante alegre. Y los chicos simplemente rieron, él se veía muy emocionado.

[...]

Después de merendar, lleve a los chicos al jardín trasero. Así podíamos limpiar un poco aquella sala, y debíamos sacabar algunos muebles para evitar que sigan quitando espacio.