El Vientre de la Bestia

911 72 10
                                    

Y llegamos al penúltimo capítulo. 

______

- Es una puta locura, lo saben ¿No?

Lauren resopló con cansancio. Llevaba un día y medio planeando entrar al castillo con el resto de sus amigos pero la idea que tenían para hacerlo era en una sola palabra, demente.

Los chicos tenían planeado cruzar la bahía de Ovando hasta la cueva del Castillo del Morro. Era la ruta de emergencia. El pasadizo secreto que usaba el rey Felipe I para meter escondidos a sus amantes dentro de palacio.

Esa ruta hacía años que decían que estaba clausurada, pero Harry había dicho que no lo estaba porque habían guardias custodiando dicha entrada.

Lo peor de todo era que querían hacerlo de noche.

- Es demasiado peligroso chicos, tiene que haber otra manera.

- No la hay Lauren - Zayn negó con la cabeza y miró a la rubia con el entrecejo fruncido - Cuando aceptamos ayudarte el grupo también aceptó que habrían riesgos en este viaje. Riesgos que todos estamos dispuestos a tomar para ayudarte a ti y a Camila. No nos echaremos para atrás ahora y espero que tú tampoco lo hagas porque esto no es sólo por ti, es por Camila y por vuestra hija.

- Lo sé - Lauren miró al hombre moreno con un dejo de fastidio - Por supuesto que sé que todo esto es por ella Zayn, yo lo sé. Pero también estoy pensando en ti y en el grupo. Ustedes se han transformado en la segunda familia que tengo y no quiero perderlos - ella miró a todos con los ojos brillantes - No quiero arriesgar a ninguno de ustedes porque ya han hecho demasiado y no merecen verse arrastrados por mis problemas. - volvió a mirar a Zayn con los ojos suplicantes - ¿En serio no hay otra manera amigo?

- Lo siento cariño pero no la hay - Zayn se acercó a Lauren y la abrazó. Harry, Kiko, Gigi, Louis y Danielle también la abrazaron y el grupo se quedó en silencio mientras Lauren sólo lloraba en los brazos de todos ellos.

Después de un rato de reinar sobre sus emociones por fin pudo concentrarse en lo que tenían que hacer y asintió

- Está bien chicos - Lauren aceptó el desafío y sonrió con orgullo. Hagámoslo.

La pequeña nueva familia sonrió, estaban listos para la guerra.

Pero mientras eso sucedía en Punta de Maisí, en la habitación de su aislada torre Camila seguía sumida en una tristeza infinita. La última pelea con su madre la tenía muy angustiada y ahora se encontraba sola porque Marielle estaba reunida con su marido Pablo fuera de su cuarto. Su vientre redondo ya era demasiado evidente y la morena lo único que quería era ver a su pequeño ángel. Lo que la unía a Lauren.

- Oye bebita - Camila habló en voz alta posando una mano en su vientre a la altura de su ombligo - Sé que debes estar muy cómoda ahí dentro ¿No cariño? - ella sonrió - Seguro que sí - Es un lugar muy seguro y cómodo para estar pero yo ya quiero verte ¿Sabes? Necesito ver tu carita, tus ojos. - suspiró - Estoy segura que nacerás con los ojos verdes porque tendrás los ojos hermosos de tu mami. Oh sí bebé, no tendrás un papá, amor. Sino otra mamá.... O la tenías. - Camila negó con la cabeza - ¿Quieres que te hable de ella cariño? Camila le preguntó a su bebé por nacer y la criatura dentro de su vientre le respondió con una patadita. La morena se rió a pesar de que le dolió un poco la patada pero asintió. El bebé siempre había sido muy tranquilo, era como si siempre estuviese durmiendo dentro de su vientre y Camila intuyó que su hija tendría el carácter muy parecido a Lauren.

- Ya que me lo has pedido de manera tan evidente bebé, lo haré - Camila le respondió a su hija - Conocí a tu mami en la universidad. Yo estaba estudiando para mi máster en artes musicales y comunicación y ella estaba estudiando para su máster de Artes Audiovisuales. Teníamos un par de cursos juntas y uno de esos cursos se impartía en un estudio. Yo era compañera de mi amiga Ally. - ella se rió - La conocerás si algún día regresamos a los Estados Unidos amor, sé que amarás Miami. Bueno, yo estaba con tu tía Ally en el estudio cuando veo frente a mi mesa de trabajo a una morena preciosa sentada en su propia mesa, hablando por su teléfono móvil. La podía oír hablando en español por su teléfono, y sí mi amor, tu mami también es cubana. Sé que lo sabes porque ya la has oído pero no creo que lo recuerdes. La cosa es que ella estaba discutiendo en español con alguien y de pronto apagó su teléfono y lo tiró con rabia sobre la mesa. Cuando ella se dio cuenta de la escena que estaba armando se disculpó conmigo porque estaba más cerca de ella y recogió sus cosas apresuradamente para salir corriendo. La persona con la que habló la había dejado tan alterada que la despistada de tu mami se dejó olvidado su cuaderno de dibujo sobre la mesa que ocupaba.

Verte de Nuevo (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora