Era sábado, día donde las chicas podían salir de los dormitorios y aprovechar el día a su gusto. Muchas visitaban a sus familiares, otras salían con sus respectivas parejas y unas cuantas se quedaban en los dormitorios. Ésta última era la idea de Chaeyoung, quedarse en el dormitorio para ver una película en su habitación junto a Mina. Había que aprovechar que su compañera Jihyo estaría visitando a su madre todo el fin de semana.
El par de jovencitas acordaron verse a las dos de la tarde. Y aunque Chaeyoung le había rogado que se vieran más temprano, Mina no podía, pues tenía que ir a su ensayo de ballet por la mañana, regresar a bañarse y a la una y media de la tarde ir a ver al profesor Seungri para entregarle su trabajo de recuperación.
[...]
En el pasillo resonaban las suelas de sus zapatos, caminaba de manera marcada a consecuencia de la molestia e incomodidad que le causaba el tener que ir a ver al señor Seungri.
Verle la cara a su profesor era lo último que quería hacer la japonesa, pero era eso o reprobar.
Llegó hasta la sala de profesores y respiró profundo. Miró el folder en el que llevaba el ensayo y suspiró.
"Vamos Mina, será rápido. Entras, le dejas el trabajo y sales del instituto para ir a ver a Chaeyoung a su cuarto." Se repitió tres veces en su mente en un intento por darse ánimos. La idea de ver a su ahora novia le daba las fuerzas necesarias para soportar la cara de pocos amigos que se cargaba el señor Seungri.
Sin más, tocó a la puerta. Una voz ronca desde adentro le dijo que pasara y así lo hizo.
Sentado frente a un escritorio perfectamente ordenado se hallaba el susodicho, miraba un par de papeles que tenía en la diestra. Mina no sabía si caminar, o esperar a que el hombre dejara de prestarle atención a esos documentos.
—¿Por qué te quedas ahí parada? Traeme ese ensayo de una buena vez, dios...— se quejó sin mirar a la japonesa. Ésta respiró profundo, de verdad no soportaba la terrible actitud del mayor.
En silencio caminó hasta llegar al escritorio de él. Éste dejó los papeles que estaba leyendo y acercó la mano para recibir el folder con el ensayo que había solicitado.
Sacó los papeles, y se puso a leer todo lo que Mina había estado escribiendo durante tres días.
—Es un asco, pero no puedo esperar más de alguien que no es coreana.— dijo el señor Seungri dando por fin la cara. Mina deseó que no se hubiese volteado jamás. Se había esforzado tanto en aquel escrito... y que llegará un bastardo como él y le dijera aquello la ponía muy triste.
—Vete. Si quieres pasar la materia, desde ahora al terminar la jornada escolar vas a quedarte una hora más para darte asesorías.— dijo. Mina asintió con la cabeza.
—Llevate tu porquería, y medita lo que hiciste mal.— agregó, alejó su mirada de ella y se volvió a centrar en los papeles que inicialmente estaba leyendo. Mina salió en silencio de la sala de maestros, y caminó cabizbaja hasta la salida del edificio.
Una vez estuvo afuera del lugar, miró con tristeza el folder con su trabajo dentro. De verdad se había esforzado mucho, no merecía que el profesor lo catalogara como una porquería. Lo arrugó entre sus manos hasta convertirlo en una bola de papel y lo tiró en un cesto cercano.
[…]
La mañana de Chaeyoung fue menos ajetreada que la de Mina, se despertó tarde, pero no lo suficiente para no alcanzar a arreglar su parte de la habitación, y de paso darse una ducha.
Antes de la una de la tarde ya tenía todo listo para cuando llegara la japonesa. Había comprado varias bolsas con frituras, palomitas, refrescos y varios dulces, desde picantes hasta chocolates. Todo eso estaba acomodado en una mesita desplegable junto a su cama.
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¿Y si salimos?
FanficChaeyoung y Mina son amigas desde que tienen memoria. Ambas logran entrar a un instituto con alto prestigio por su gran calidad educativa, pero es exclusivamente para mujeres. A mitad de su primer año, Chaeyoung se frustra porque no puede tener nov...