Soul of Ninja

El pais de la desesperanza

12 El país de la desesperanza.

Recuerden, disculpas por mi disgrafia y Naruto y Saint Seiya son propiedad de sus autores.

Aclaraciones
Este fic fue escrito por Animebot02 todos los creditos a el.

Saludos

Tenia que darle la razón a Urd cuando ella le dijo que sería una noche que jamás iba a olvidar, si bien era cierto que su primera vez no era como la soñaba, ni con quien se la imaginaba, era algo que recordaría siempre, aunque no por los motivos que uno normalmente pensaría. Ya que el tener desnuda frente a él a esa "diosa de ébano" le removio un recuerdo que llevaba en su memoria dormido hacia ya seis años, recuerdo que en lo sucesivo de forma inconsciente cimento uno de los más grandes traumas de su existencia.

Asi que a la mañana siguiente, no le sorprendió recordar su sueño y por eso sonrió de forma melancólica durante el trayecto al País de las Olas.

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Un pequeño niño rubio de no más de tres años se encontraba revisando la basura en un callejón obscuro. Hacia dos semanas que le habían echado del orfanato donde vivía, pese a que lloró y suplicó, incluso juro que sería un niño modelo, pero que por favor le dejarán regresar, las puertas del recinto jamas se abrieron mostrándole algo de piedad al niño.

Asi pues, a varios meses del incidente, el pequeño Naruto urgaba en los desperdicios buscando algo que comer, lo que fuera para aplacar un poco su hambre, siendo poco menos que un niño de guardería ya conocía de primera mano los horrores del mundo, los aldeanos y algunos ninja al verlo lo golpearon salvajemente y no fueron pocas las veces que se salvó de milagro. Y las veces que suplico por algo de comida, en el mejor de los casos le echaron no muy cortésmente.

Por lo mismo como mecanismo de supervivencia buscaba en la noche y en lugares que le ofrecieran un escondite en caso de necesidad.

De golpe oyó como la puerta tras él se abría y corrió a esconderse en un contenedor, al pequeño le saltaba a toda prisa su corazón en su pechito, y respiró aliviado cuando creyó sentir que quien salió a ver el callejón de había retirado, por eso se puso azul del miedo cuando se topó con ella al salir confiado de su escondite.

Se trataba de una muy bella mujer de tez morena, era alta, quizás media 1.79 CM, tenía un busto copa E, largas y torneadas piernas, caderas anchas y labios sensuales y carnosos, además lo que más llamó la atención del rubio fueron los ojos de la mujer, y su peinado, sus ojos azul pálido que transmitían nobleza y amabilidad y su curioso peinado, su cabello que le llegaba apenas debajo del hombro era rubio y estaba arreglando en tres sencillas y pequeñas coletas dándole un aire exótico a la mujer, la cual estaba usando un top deportivo y unas bragas rojas.

La mujer cuando vio al niño sintió un nudo en la garganta, no podía creer que alguien tan pequeño estuviera vagando en las calles, así que tratando de transmitirle confianza le sonrío de forma cálida.

El ojiazul no entendía lo que estaba pasando, esa bella mujer sonreía, ¿Por él? Sacudió su cabeza tratando de apartar ese pensamiento, si algo aprendió en el orfanato fue que no era necesario o querido.

-Ven pequeño, no pienso hacerte daño-, llamo dulcemente la mujer al niño- vamos, acércate que no muerdo.

El ojiazul se acercó tímidamente hasta la mujer y está le volvió a sonreír y le hizo el ademán de pasar a su departamento.