Where Should I start?

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Narra Avril.

Invierno. Los copos de nieve caen sobre mi ventana haciendo que me estremezca con tan sólo verlos. Asomo parte del brazo, abro mi puño por completo y observo como caen un par de ellos, derritiéndose al instante al hacer contacto con mi mano. Me quedo en la misma posición durante un par de minutos, y cuando noto que mis manos están lo suficientemente congeladas, vuelvo a introducirlas en el bolsillo de mi sudadera para después cerrar la ventana y seguir metiendo parte de mis cosas en la maleta.

Esta vez, pasaré el fin de año en Australia, por lo que tengo que despedirme de Londres durante un tiempo y volver con mi madre allí. Solo quedan un par de horas para que coja el avión, pero la verdad es que no tengo nada de prisa por llegar. Cierro la cremallera después de meter el último par de pantalones que me queda y la levanto con algo de dificultad para después dirigirme al salón.

- Te voy a echar de menos -él acaricia mi cara con toda la suavidad que los nervios le permiten y se acerca a mi para dejar un dulce beso en mi frente.

- Yo a ti también, papá -ambos nos fundimos en un abrazo bastante duradero. Me gustaría pasar las navidades aquí pero ya llevaba bastante tiempo sin ver a mi madre, y creo que ya es hora de hacerlo. -Sal de casa y pasa las navidades con la abuela, ¿vale? Estaré aquí antes de que te haya dado tiempo a pensar en ello.

- Haré lo que pueda, princesa -me encogí de hombros mientras que él apoya su mano en mi hombro para dirigirme a la puerta. Eché un último vistazo a la casa y cerré la puerta después de echar dos vueltas de llave.

El viaje en avión es bastante tranquilo, sólo tienes que ponerte tus cascos y desconectar del mundo exterior, para conectar en el tuyo propio. Echo un vistazo y después de diez minutos por fin consigo encontrar mi asiento. Apoyo mi cabeza en el asiento echándola hacia atrás y me duermo antes de que la azafata avise de que despegaríamos en unos pocos minutos.

''Bienvenido a Australia''

- Gracias -pienso en cuanto veo aquel cartel colgando justo antes de que salga del aeropuerto. Le he mandado a mi madre como unos veinte mensajes, pero no me hace ni puto caso, pues sí que tenía ganas de verme. Meto la maleta en uno de los pocos taxis que quedan libres y me siento en la parte trasera para intentar mantener la menor conversación posible. Llamadme ''anti-social'' porque lo soy.

Una mujer de negocios, esa era mi madre. Después de más de una hora, por fin consigo entrar en casa y lo primero que veo es una pequeña nota pegada en el frigorífico:

''Lo siento cielo, tengo que estar unos días fuera. Volveré lo antes posible, te quiero ''

Arranco la nota y la estrujo haciendo una bola. Subo a la que es mi habitación y dejo la maleta encima de la cama.

- Ojalá tuviera amigos para hacer una fiesta y poder devolverle la bienvenida a mi madre -sigo murmurando mientras saco el resto de mi ropa de la maleta. Decido ponerme algo de música para que el tiempo pase lo más rápido posible y empiezo a bailar al escuchar mi lista de reproducción de The 1975.

''Don't call it a fight when you know it's a war, with nothing but your t-shirt on. And go sit on the bed 'cause I know that you want to. You got pretty eyes, but I know you're wrong.''

La música inunda por completo mi cabeza, incapaz de hacerme ver lo patética que resulto bailando. Casualmente, mi habitación es una de las más grandes de la casa por lo que tengo el lujo de tener un baño justo al lado. Entro para cepillarme los dientes y ya de paso colocar un par de cosas más, cuando la puerta de mi habitación se abre bruscamente. El cepillo se me cae de la boca, me limpio como puedo para después quitarme los auriculares de un tirón y dirigirme a mi cuarto.

- ¿Pero se puede saber quién cojones eres tú? -grito lo más alto que mis cuerdas vocales me dejan y automáticamente él suelta a la chica con la que estaba apunto de acostarse para dirigir su mirada hacia mi.

- ¿Cómo que quién cojones soy yo? Quién coño eres tú y qué estás haciendo en casa de mi padre -le miro totalmente confundida sin saber qué decir. ¿Cómo que casa de su padre? ¿Qué mierda está pasando aquí?

- Mira no sé quién es tu padre, mi madre me dió esta dirección para que viniese a pasar las malditas navidades y es lo que he hecho -él mira hacia abajo tratando de tranquilizarse, coge aire un par de veces y levanta la mirada del suelo.

- Bueno, déjame acabar esto y después hablamos -yo le miro de arriba a abajo con todo el asco posible, mientras que la chica que está sentada en el borde de la cama se acerca a él para susurrarle algo al oído y depués de besarle en la mejilla, sale casi corriendo de la habitación.

- Marta, no. ¡Oye, espera! -él ni siquiera hace el esfuerzo de seguirla, echa la cabeza hacia atrás y se tapa la cara con las manos. - Gracias por joderme el polvo -me siento en la cama apoyando las manos en ella, pero el recordar lo que estaban apunto de hacer esos dos, hace que me levante de un bote mientras restriego mis manos contra el pantalón.

- Por tu bien espero que mis sábanas estén limpias -él me regala una sonrisa torcida sin venir a cuento y me tiende su mano para estrecharla.

- Soy Calum.

- Avril -le dejo con la mano tendida ya que no he dudado ni un segundo si estrecharla o no, y se lleva la mano a la nuca al no recibir ninguna respuesta por mi parte.

Australian Average { a.i & l.h }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora