El Torneo de los Héroes/Percy Jackson/

¿En que estabas pensando?

- ¡¿En que estabas pensando?! -Grito Hazel.

- ¡¡Ese imbécil te va a matar!! -Continuó Frank.

Percy estaba a punto de responder, cuando la puerta, de su Cabaña, se abrió de golpe.

Piper, Annabeth y los Hermanos Grace entraron.

- ¡¿Estas mal de la cabeza?! -Grito Thalia.

- No, solo... -Pero Percy fue golpeado por un puño.

- ¿Eres imbécil? -Le grito Jason, con el puño rojo.

- ¿Que te pasa? -Preguntó Percy, mientras se tocaba la mandíbula. - Todos están locos.

Piper se acercó y le revisó la cara.

- No, Percy, simplemente estamos preocupados por ti.

La puerta volvió a abrirse.

Ahora entraron Teseo, Aquiles y Quirón.

Aquiles se acercó a Percy.

- Joven héroe, fue extraordinaria la forma en que retaste a aquel hijo de Hefesto.

- Gracias. -Dijo Percy, mientras se sonrojaba.

Teseo se acercó.

- Cierto, hermano, fuiste muy valiente al retar a aquel monstruo.

Percy se puso más rojo.

- Vamos, no fue para tanto.

Thalia empujó a los dos héroes antiguos.

- Sí, imbécil, si lo fue, acabas de retar a un duelo a muerte a uno de los asesinos más crueles de la historia griega.

- No me va a pasar nada, Thals. -Dijo mientras abría los brazos.

Thalia corrió hacia él y respondió al abrazo.

- No quiero que pelees contra él. -Dijo Thalia, mientras acomodaba su cara en el hueco del cuello de Percy.

- No me va a pasar nada, o será ¿Que no confías en mi?- Respondió el hijo de Poseidón.

Thalia nego con la cabeza.

- Bueno, muchacho, deberemos entrenar más, ya bastante difícil era ganarle a Diomedes, ganarle a Cerción será muy difícil, pero lo lograremos. -Dijo Quirón.

Percy asintió y se separó de Thalia.

- Voy a entrenar, Thals, pero cuándo regrese vas a tenerme para hacer lo que quieras. -Dijo Percy, mientras guiñaba.

Thalia se sonrojo.

- Ve a entrenar y luego veremos.

Todos los héroes jovenes en la Cabaña se sonrojaron, mientras que los viejos sonrieron.

Bueno, Jason estaba rojo de furia. No porque su hermana tuviera una relacion con el hijo de Poseidon, sino porque todos parecían olvidar que, por lo que vieron, su "cuñado" no vivirá mucho tiempo.

- Vamos, Percy, a entrenar para que no mueras en la Primer Ronda. -Exclamó Quirón, mientras entraba por la puerta de la Cabaña, con los dos hijos de Poseidón y el hijo de Tetis, detrás de él.