TRASTORNOS DEL AMOR *Yaoi Hard* *SasuNaru*

CAPÍTULO 2

Cuando Sasuke despertó al día siguiente, se sentía extrañamente relajado. Luego recordó ¡¡que debía ir a trabajar!! Y se levantó velozmente, revisó el despertador y notó que aún no era la hora en que sonaba la alarma. Suspiró más tranquilo y se volvió a acostar.

De pronto, frunció el ceño al notar que tenía una manta encima, además recordaba claramente haberse dejado vencer por el sueño con el cuadro en sus manos y ahora éste se encontraba de pie en su mesita. Pero la mayor sorpresa fue encontrar un papel que no estaba ayer, lo tomó y reconoció la desordenada caligrafía de Naruto.

Sasuke sonrió de lado, con un leve sonrojo en las mejillas. ¡Naruto se había quedado! Se había quedado ahí... ¡Estuvo todo el tiempo con él!

Se sintió feliz de saber que Naruto no quiso dejarlo solo, pero... También sentía vergüenza de lo que habría pensado al verlo en ese estado de debilidad. Sacudió un poco su cabeza y se palmeó la cara para concentrarse.

Solía iniciar su rutina, a la misma hora todos los días, y no era propio de él romper esa costumbre, pero... Faltaban solo cinco minutos... Y solo por hoy, tal vez pudiera empezar más temprano.

Por la tarde, Sasuke se dirigía al consultorio del psiquiatra recomendado. En realidad, no pensaba pasar mucho tiempo ahí, solo iba a pedirle el medicamento que requería y saldría para encontrarse con Naruto.

Cuando llegó, puntual como de costumbre, la recepcionista le indicó que tomara asiento porque el doctor iba a llegar con algo de retraso. Sasuke obedeció, refunfuñando mientras movía su pierna, ansioso.

Pasaban los minutos y el médico no llegaba. Seguía mirando su reloj y comprobó que "algo" quería decir más de una hora. Ya se había puesto de pie dando vueltas y cuando estaba a punto de gritarle a la recepcionista la puerta se abre, dando paso a un hombre delgado, de pelo blanco peinado hacia arriba. Llevaba un cubrebocas y un guardapolvo blanco, largo hasta la rodilla.

—Hola, Ino —saludó, sonriendo despreocupadamente—. Ufff... Ese paciente realmente estuvo difícil. Jojojo. Pero nada es imposible para mí, ¿cierto? —le preguntó guiñándole un ojo.

—Muy cierto, doctor —respondió ella devolviéndole el guiño—. Pero ahora tengo al paciente del doctor Kabuto, esperándolo buen tiempo... —y susurrando, comentó— y no se ve nada tranquilo doc.

El doctor se dio la vuelta notando a Sasuke, que lo observaba con mirada asesina.

"Mmmm... Así que tú eres Sasuke Uchiha". El doctor se acercó al pelinegro y estiró su mano para saludarlo.

Inmediatamente Sasuke reaccionó como de costumbre, con temor. Decidió respirar y le devolvió el saludo con mano temblorosa. Al soltar la mano del doctor, Sasuke sacó un pequeño spray de alcohol en gel, limpiándosela con el contenido.

El doctor observó su reacción, analizando cada movimiento de su cuerpo y rostro. Luego, para sorpresa de Sasuke, el mayor le sonrió.

—Mucho gusto, Sasuke. Soy el doctor Kakashi Hatake —se presentó mientras lo guiaba a su consultorio y cerraba la puerta tras de sí—. Disculparás la demora, a veces suele sucederme.

—Pues debiera evitarlo, doctor. No todos tenemos el tiempo de sobra —respondió ácidamente, tomando asiento donde le señalaba el doctor.

—Ohhh... Dime Kakashi. Es mejor empezar a tenernos confianza si es que vamos a vernos más seguido.

—¿Perdón? No, creo que se confunde. El doctor Kabuto debe haberle comentado que mi caso requiere de medicamentos permanentes y diarios. Y resulta que estoy aquí sólo por eso. Necesito más de ese medicamento, lo que me dio ya se terminó.