Sasuke llevaba horas limpiando su alfombra. Estaba decidido a dejarla impoluta sin importar que eso le costase el día entero, aunque sea el último día de descanso.
Era importante, era necesario, era... ¡Imposible dejar de hacerlo!
Tallaba y tallaba, aspiraba y aspiraba. Y cuando ya quedaba conforme... Ahí iba una mota de minúsculo polvo ambiental.
"¡Demonios!" gritaba y volvía a pasar la aspiradora.
Pero no era solo eso lo que atormentaba su vida. Todo en su quehacer diario estaba relacionado a la extrema limpieza y de igual forma en su trato social.
De suerte que, en el empleo que tenía, trabajaba en un espacio para el sólo. Solo así podía controlar el orden y limpieza a su alrededor. Pero no tenía la misma suerte con las personas que trabajaban con él, a quienes por educación y cortesía laboral debía —y en su caso, se obligaba— saludar con el contacto físico más común: saludo de manos.
Era ya de conocimiento general en el edificio que él era el rarito de la empresa: El que a los segundos de saludarte corría a su escritorio a limpiarse con gel antibacterial, el que montaba en cólera si sacaban un solo lapicero de su sitio, el que evitaba todo contacto con la piel de otras personas. A veces era tanta la repulsión hacia otras personas que no tocaba ningún objeto sin usar pañuelo desechable o si lo hacía era porque tenía su gel en el bolsillo —lo que sucedía cuando tenía reuniones con gerencia.
Sabía lo que decían de él a sus espaldas, pero fingía no importarle. Sin embargo, esta situación lo torturaba desde que descubrió que extrañamente había desarrollado TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) y le dijeran que no tenía cura, solo tratamiento con pastillas o tratamiento con psicoterapia, en la cual debía estar apoyado por alguien cercano que facilitara el progreso de ésta.
Siendo huérfano y últimamente más antisocial, la segunda opción era imposible por lo que su psiquiatra, cansado de sus ataques de ansiedad constantes por imaginar —y hasta soñar— montañas de basura que lo atacaban, le entregó varios frascos repletos de pastillas —elaboradas con fórmula magistral— para cinco meses, indicándole tomar la mitad de una dosis diaria, de preferencia en la mañana.
Así que en los últimos tres meses lo había estado llevando lo más "normal" posible, hasta que...
El lunes pasado, como cualquier otro lunes, al despertar realizó sus rutinas diarias y al momento de sacar y destapar el último frasco de pastillas, que guardaba en la alacena de su cocina, este fue a caer justo en el fregadero yéndose la mayoría por la tubería.
Desesperado trató de impedirlo, pero con las justas pudo rescatar cuatro pastillas; es decir, solo tendría dosis hasta el viernes.
Sin acabarse la mala suerte intentó contactar con su psiquiatra, a media semana, pero éste se había tomado unas largas vacaciones y no regresaría si no hasta en seis meses más.
"¡SEÑORITA! ¡¡HÁGAME CASO, MALDICIÓN!!", gritaba furioso al teléfono. "Está bien, está bien... Disculpe, pero estoy desesperado. Le repito que accidentalmente me he quedado sin pastillas para mi "problema" y solo el doctor Kabuto sabe cuáles son. Es urgente que me contacte con él para proporcionarme más de lo mismo". Al parecer la explicación no surtía efecto en la persona al otro lado del teléfono porque Sasuke volvía a perder los estribos: "Pero señorita... Señorita... ¡¡ENTIÉNDAME!! ¡¡NO PUEDO ESPERAR DOS SEMANAS HASTA QUE AVERIGÜE DONDE ESTA ALOJADO!!! ¿Aló? ¿ALÓÓÓ? ¡¡Carajo!!", colgó enfurecido.
Sasuke había pateado el suelo, jalado los pelos, dado vueltas por toda su sala y reído como desquiciado, por la situación que atravesaba. Pero aún le quedaban algunas pastillas antes del colapso por lo que decidió intentar llamar en unos días más, por si su suerte mejoraba y el maldito psiquiatra daba señales de vida a su consultorio.
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TRASTORNOS DEL AMOR *Yaoi Hard* *SasuNaru*
FanficFic participante del Concurso Sasunarusasu - Make all your dreams come true https://www.facebook.com/ConsursoSNS/ Temática: Enfermedades (TOC - Trastorno Obsesivo Compulsivo) Tiempo actual 6 capítulos + epílogo Terminado