final

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«Nos volveremos a encontrar el día que caiga una nevada en primavera. Lo prometo.»

Dos semanas había pasado al pendiente de un Yoongi totalmente consciente.

El omega actuaba como si jamás hubiese estado con otro hombre, hablando mal de él, criticando sus habilidades en la cama marital, empañando su relación, traicionándolo sin una pizca de compasión, y eso lo enojaba a más no poder.

Tenía que darle la comida en la boca, ya que sus brazos aún estaban muy débiles para sostener algo, y sus manos se tornaban torpes. Lo bañaba con cuidado, y lo dejaba descansar largos períodos de tiempo.

Su semblante era de piedra y su estado de ánimo estaba por el piso cuando se encontraba en presencia del omgea, quien no se había dado cuenta de su actitud, o la ignoraba olímpicamente.

A pesar de sus nuevos sentimientos por Jimin, a Jungkook aún le dolía estar cerca de Yoongi. Su corazón seguía herido por su culpa. Pensar en todos los años que estuvieron juntos, sin tener la seguridad de no haber sido engañado con otros hombres con anterioridad, le carcomía el pecho de una manera corrosiva. Se la pasaba ideando planes para terminar la relación, pedir el divorcio, de una forma que no alterase a YoonSang, y no comprometiese la delicada salud del frágil corazón del viejo alfa.

Había visto pocas veces a Jimin durante esos días, sin embargo, en tres ocasiones pudieron escaparse por unas horas y pasar el rato juntos, acurrucados en la cómoda y familiar cama de su habitación de hotel, sin tener intimidad sexual, sólo abrazados el uno del otro, compartiendo dulces besos y tiernas caricias.

Pero, durante su tercera tarde a solas, Jimin había recibido una llamada de emergencia del hospital, donde le informaron que la salud de su esposo Seokjin se había complicado de un momento a otro.

Jungkook no había podido estar con él, aunque lo hubiese querido con toda su alma, ya que los padres del omega habían estado encima del chico desde ese entonces, sin darle un respiro. Sin embargo, le daba todo su apoyo a través de mensajes de texto cada hora, los cuales Jimin respondía diciéndole que si no fuese por sus imbéciles padres estaría entre sus brazos, porque necesitaba de su presencia y su aroma para estar bien. Su lobo y él se regocijaban por igual ante aquellas palabras, a penas conteniendo el impulso de correr hasta su encuentro y estrecharlo entre sus brazos, sin importar quién estuviese presente.

La salud de Seokjin había empeorado y los médicos no daban buenos augurios respecto a él, mientras Jimin tenía que estar día y noche cuidando sobre algún repentino cambio, constantemente vigilado por su padre alfa, quien decía cerciorarse si su hijo cumplía bien su función como un buen omega, al pendiente de su alfa.

Odiaba esa situación. Odiaba lo retrógradas que llegaban a ser los padres de Jimin. Odiaba que el omega no pudiese ser libre. Odiaba con su vida no poder sacarlo de allí y llevárselo lejos, muy lejos de todo aquello que lo oprimía y lo hacía sentir inferior.

Sin embargo, sólo se quedaba allí, sentado a un lado de la cama de Yoongi, esperando alguna noticia por parte de Jimin, deseando besarlo y acariciarlo mientras le decía que todo estaría bien. Pero sabía que nada estaba bien. Cada día estaban más cerca de romper su acuerdo, y eso destrozaba a Jungkook de una manera más demoledora que cuando se enteró de la infidelidad de Yoongi.

—Jungkookie... —La voz grave de su esposo lo sacó de su ensimismamiento—. Quiero ir al baño.

Aquél apodo en los labios de Yoongi se oía erróneo, feo y repulsivo. Una sensación tan diferente a cuando era Jimin quien lo llamaba así...

Se levantó de su silla sin decir nada y ayudó al omega a ponerse de pie. Lo guió hasta la puerta del baño, y una vez que estuvo sentado en la taza, salió para darle privacidad. De haber sido circunstancias diferentes, sin engaño de por medio, se hubiese quedado dentro, viendo el cuerpo desnudo de su esposo. Sin embargo, ya no quería verlo. No quería observar la nivea piel que había sido tocada por otro hombre que no fue él.

nieve de abril ━ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora