● A L O N E ●

● Capítulo 08 ●

"Aprendiendo más de ti"

- Después de que se fue Yoongi, digamos que todo volvió a ser como antes, y solo hasta que cumplí 15, cuando mis padres se dieron cuenta de mi real situación en la escuela, decidieron hacerme un traslado, y aprovecharon que a papá lo enviaron a Seúl por trabajo, así que mamá también se trasladó y a mí me inscribieron en este colegio.

Cuando acabó su relato, Taehyung no sabía cómo reaccionar: estaba enojado por todo lo que había pasado el menor desde tan corta edad, estaba triste porque no pudo estar ahí para defenderlo, un tanto agradecido con Yoongi por haber estado para Jungkook, pero también algo... ¿incómodo?, pues no pasó desapercibida para él la forma en la que Jungkook se refirió al entonces niño. Definitivamente podía nombrarlo su "crush" además de que, al final, consciente o no, lo declaró abiertamente: era su primer amigo, pero también era su primer amor.

Mientras el castaño procesaba toda la información, Jungkook no sabía qué hacer, pues su mayor no reaccionaba, hasta que cayó en la cuenta de lo último que había dicho, y no pudo hacer otra cosa mejor que ponerse tan rojo que podría hacerle competencia a un tomate maduro... muy maduro.

- Y-Y-Yo... ¡lo s-siento! N-No quise decir eso... Y-Y-Yo... este... y-yo... - empezaba diciendo mientras trataba de cubrirse con sus mantas - P-Pues y-yo...

- Ehhhh... Hey, tranquilo - El movimiento de la cama y la vocecita de Jungkook hicieron que Kim saliera de su momentáneo trance, para prestar atención al pelinegro -. Lo lamento, soy yo quien debe disculparse por irme un poco de la conversación. Fue grosero de mi parte. - Trató de calmar su nerviosismo.

- T-Tranquilo... E-Es que... lo de Yoo-Yoongi...

- Lo quieres mucho, ¿verdad? - Le interrumpió Taehyung. Hubo una pequeña pausa, en la que Jungkook no dijo nada, así que continuó - Descuida, nadie te va a juzgar por tu respuesta.

- Y-Yo... - empezó a ponerse muy rojo y abrazaba fuertemente el peluche de Kumamon que inconscientemente había tomado mientras narraba la partida de Yoongi, y que no había soltado por ningún motivo.

- Okey - el mayor notó el nerviosismo que había vuelto a adoptar con la mención de Min -, no te voy a presionar, aunque es evidente lo que sientes - Jungkook aún seguía colorado -... Imagino que ni siquiera tus padres lo saben, ¿o me equivoco? - Jungkook negó con su cabeza - ¿Debería sentirme halagado por ser el primero en saberlo? - Esbozó una pequeña sonrisa, con un tonito algo burlón, con la intención de destensar el ambiente, aunque para el otro no lo interpretó de esa manera.

- ¡Por favor, no lo cuentes a nadie! - se notaba en su voz un tono de desesperación, al pensar que tal noticia podría ser del conocimiento de todos.

- Hey, ya te dije que no te preocupes, no diré nada - trató de calmar al pelinegro -. Esto quedaría como... ¿un secreto entre nosotros?

Al ver que Jungkook asintió a su pregunta, tomó una de sus manos, específicamente por el dedo meñique del menor, para entrelazarlo con el suyo propio, y terminar juntando ambos pulgares, sellando ese acuerdo como promesa.

Estaba demás decir que Jungkook había quedado fascinado con las acciones de Taehyung, por lo que no pudo reprimir una sonrisa ni responder a todo con un "gracias" muy sincero. Esperaba con todo su corazón que el mayor le brindara su amistad por mucho tiempo.

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Taehyung pasó la noche del viernes y el sábado en casa del pelinegro, y el domingo tuvo que regresar a su casa, prometiendo a Jungkook que pronto repetirían ese fin de semana. Es así que llegó el lunes, y con ello, también el retorno de Jungkook: cuando ingresó al aula, todos se habían quedado boquiabiertos, pues pensaban que el "rarito" se había cambiado de escuela ante tanta ausencia. Ninguno de ellos se había percatado que cierto compañero de al lado había estado presentando todos los trabajos y tareas por duplicado, para evitar que le disminuyan la nota o le den de baja a su, ya ahora oficial, amigo.