Entre sombras vino reptando la bestia y se instaló entre nosotros con su mirada cándida y aspecto amable. Alimentada desde lo más alto para que creciera y se volviera colosal. De repente todos debían amar a la bestia, pues era la quintaesencia de la bondad, de la liberación y la igualdad.
Si no alabas a la bestia y te arrepientes del pecado original, con el que naciste en tu piel, en tu mente, en tu sexo, no mereces más que el ostracismo.
La bestia ha llegado con una correa de oro, que continúa hasta las más lejanas alturas, mientras su maestro se esconde en su torre de marfil, desde donde ha creado con profunda elocuencia a los portavoces y portavozas de su monstruo, para que difundan el nuevo evangelio y batallen contra los infieles.
Y así, los maestros volvieron a engañarnos a todos para seguir con sus designios, esta vez no con oro y poder, sino con bondad manipulada y rebeldía de mentira, para así controlar todo lo que existe bajo el sol.
![](https://img.wattpad.com/cover/187759380-288-k918883.jpg)
YOU ARE READING
Poemas y profecías
PoesíaRecopilación de pequeñas obras, frutos de los delirios y desvaríos de una cabeza demente.