Blue.

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Una mesa blanca, un libro carente de contenido y de páginas negras como el carbón, y unas manos en continuo movimiento que pasaban, sin cesar, las mismas

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Una mesa blanca, un libro carente de contenido y de páginas negras como el carbón, y unas manos en continuo movimiento que pasaban, sin cesar, las mismas.

Tan solo un espacio vacío, un lugar que podría ser llenado pero que, sin embargo, permanecía en negro; como una pantalla apagada, similar a un cielo sin estrellas o a una memoria sin recuerdos.

Un vacío tan grande...
Que dolía sentirlo, tocarlo y verlo.

Y aún así, aquellas manos que no lograba alcanzar, continuaban pasando las páginas de un libro sin letras, sin sentimientos, sin sentido.

Y aún así, aquellas manos que no lograba alcanzar, continuaban pasando las páginas de un libro sin letras, sin sentimientos, sin sentido

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Cuando Gray abrió los ojos, sintió su mejilla húmeda y la sensación cálida de una suave caricia recoger sus lágrimas. Parpadeó dos veces hasta lograr enfocar la visión y despertar; topándose con el pacífico semblante de Steve Rogers, quién le devolvió una mirada templada e incluso dulce.

No lucía enfadado, no parecía decepcionado. ¿Porqué? ¿Porqué no sentía nada malo? Todo seguía igual de solitario, igual de doloroso. Quería gritarle, suplicarle por una reacción negativa, por una emoción intensa... Pero, en cambio, tan solo una templanza que a Gray le pareció resignada, acudía a él.

 Pero, en cambio, tan solo una templanza que a Gray le pareció resignada, acudía a él

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— Buenos días, bella durmiente. — gentil aunque un poco preocupado por Gray, Steve se acomodó cerca de ella. No obstante, la muchacha desvió la mirada hacia un lado.

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