Hace ya mucho tiempo en la famosa ciudad de Central City vivía una familia llamada Foster, la familia llevaba ya mucho tiempo viviendo ahí, desde el tiempo de sus bisabuelos.
Cuenta la gente de la ciudad que hubo un tiempo donde la familia empezó a comportarse un poco más extraños de lo normal, pero nadie en la ciudad decidió investigar la razón y decidieron dejarlo pasar y no hacer nada.
A lo largo de los años la población de Central City empezó a crecer y muchas familias nuevas comenzaron a llegar a la ciudad.
Una familia pequeña llamada Frank Wood llegó a la ciudad y su hijo Dylan se dio cuenta de que la familia Foster actuaba muy extraño la mayoría del tiempo, por lo que decidió investigar la razón de su extraño comportamiento.
Dylan era un chico de 16 años, alto, de complexión delgada, para los demás el era un chico un tanto extraño ya que era muy tímido y no socializaba como la mayoría de la gente lo hacía, a el le gustaba escuchar música todo el día, ya que lo relajaba mucho.
Al principio no tenía amigos en su escuela, pero poco a poco se fue integrando y consiguió un par de amigos que lo acompañaban durante los recesos todos los días, Dan y Alex, ellos eran muy distintos a el pero aun así se la pasaba bien junto a ellos.
Cada día al despertar Dylan se asomaba por su ventana para ver si notaba algo nuevo en la casa de los Foster, pero las cortinas siempre estaban cerradas y no se podía ver nada desde su casa.
