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"And into the deeper she's sinking
I'm begging her please don't let go"

La amaba, en serio lo hacía, y con el sólo hecho de pensar que podría perderla me daban ganas de llorar, pero no podía hacerlo, no con ella ahí, completamente destrozada a la vez que se aferraba a mis brazos y lloraba por todo lo que no pudo hacerlo en el tiempo debido.

La abracé, la abracé por todas las veces que no lo hicieron, lo hice porque quería que sintiera que no estaba sola, que yo estaría con ella en cada paso que diera.

- No puedes hacerlo - Le dije apunto de soltar todas aquellas lágrimas acumuladas en mis ojos

- Sería lo mejor - Dijo ella entre sollozos

Deje salir el primer sollozo de los muchos que aún quedaban, ella me abrazo con fuerza y beso mi coronilla, todo esto antes de separarse de aquel abrazo.

- Me tengo que ir a casa - Comentó mientras limpiaba sus lágrimas

- Quédate conmigo... por favor - Le dije antes de que se fuera

En cambio ella sólo me miro con aquellos ojos esmeraldas un tanto rojizos y brillosos por el llanto, para después darme el intento de una sonrisa y regresar a su camino.

Trate de alcanzarla, pero un brusco jalón me lo impidió, voltee a ver a quien sea que haya sido el responsable de tal acción, pero no me esperaba toparme con esa figura.

- ¡¿Que crees que haces con esa estúpida?! - Me gritó aquel ojimarron que era mi pareja

- Sólo estaba hablando con ella - Respondí casi en un susurro por el miedo que experimentaba en el momento

- Vámonos, te llevaré a casa y les contaré a tus padres - Volvió a gritar él

- No - Respondí - No eres quien para hacerlo, porque a partir de este momento tu y yo no somos absolutamente nada, hemos terminado - Termine para salir de ahí.

Pase mi mirada por todo el lugar tratando de encontrar el cabello rubio de la chica que me había robado el corazón, pero no había rastro alguno de ella, dándome por vencida comencé a ir camino a casa.

El camino era aburrido, silencioso y deprimente sin ella, aunque desde que la conocí todo era igual cuando ella no se encontraba a mi lado.

Llegué a casa al cabo del tiempo, abrí la puerta y mis padres me estaban esperando con una cara de enojo puro, no sabía que estaba pasando ahora, sin embargo tenía la sospecha de lo que podría ser el motivo de este nuevo castigo.

- ¡¿Como que has terminado con tu novio?! - Grito mi padre

- Es un estúpido - Respondí con simplicidad

- No tienes derecho a hablarle así cuando tú eres una maldita lesbiana y te metiste en la cama de la chica problemas ¿Como puedes preferirla a ella? - Dijo mi madre con rencor en cada una de sus palabras

- No es una chica problemas, sólo es la sociedad que la define como eso, y si, la prefiero a ella que al idiota que ustedes tanto aman, porque no sólo quiero meterme en su cama, algo que aún no he hecho, quiero el resto de mi vida al lado de ella - Dije subiendo mi tono de voz

- ¡Suficiente! ¡Vete ahora mismo a tu habitación! Estarás castigada hasta que a mi se me de la gana de retirarte el castigo, tu camino será de la casa a la escuela y viceversa, para cualquier trabajo en equipo será aquí en la casa y por último te transportará tu madre o yo a cualquier sitio para evitar que estés con esa lesbiana - Grito mi padre ahogado en cólera

Lágrimas de enojo corrían por mis mejillas, las limpie con furia y comencé a subir las escaleras, sin embargo la voz de mi madre me detuvo.

- Antes de que te vayas, quiero que me entregues tu celular y tu laptop, para que no te comuniques con la chica problemas - Dijo ella en un tono burlón que me hizo arder la sangre

Tome mi celular del bolso y se lo lancé a los pies, prácticamente destruyendose en cuanto impacto contra el suelo, subí las escaleras e hice lo mismo con ella, mis amados aparatos electrónicos no eran absolutamente nada si habían provenido de esas horribles personas que yo llamaba padres.

Me encerre en mi habitación y a partir de ese momento no quise saber nada más.

Bad ReputationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora