Llegue a casa y mis padres me miraron con desaprobación, y mandaron a mis hermanas a su habitación, quedándome sola con ellos dos.
- Se puede saber ¿En donde carajos estabas? - Pregunto mi padre enojado
- Y~Yo estaba en la biblioteca, estudiando un tema que vendrá en el examen - Mentí para evitar algún regaño
- Está bien, sólo para la próxima vez avisa, nos tenías preocupados - Dijo mi madre
- Lo siento, se me pasó el tiempo volando - Respondí con simpleza
- Ve a lavarte las manos para cenar - Ordenó mí padre
Yo sólo obedecí la orden y me fui al baño, estando ya en esa pequeña habitación me mire al espejo, mis ojos miraron mis labios y el recuerdo de esta tarde regresó a mente, las yemas de mis dedos tocaban con delicadeza mis labios, recordando la suavidad de los labios de aquella peli rubia que había puesto mi mundo de cabeza. Sonreí inconscientemente para después lavarme las manos y salir del baño.
Mi familia ya se encontraba en la mesa, tomé mi lugar correspondiente y me serví lo que iba a cenar.
- ¿Como te fue hoy en la escuela? - Pregunto mi padre
- Bien, no fue un día muy interesante - Respondí tratando de reprimir una sonrisa por el recuerdo
- Llamo tu novio - Dijo mi madre
- ¿Qué es lo que quería? - Pregunté con un visible tono de molestia
- Amm... pues sólo quería saber en donde te encontrabas porque te vio irte siguiendo a la chica esa rubia que siempre está metida en problemas - Dijo mi padre
Mi sangre se helo completamente y no pude evitar sentir miedo, mi padres no podían saber nada de lo que pasó esta tarde y tampoco del enamoramiento que tiene su hija por otra chica.
- ¿No vas a contestar? - Dijo el hombre
- No la estaba siguiendo, sólo que ella llegó a un establecimiento cercano a la biblioteca - Mentí, tratando de decirlo con seguridad
"Let me see what's underneath, all I need is you"
- ¿Entonces no tienes nada que ver con esa niña? - Pregunto mi madre
- No madre - Dije sintiendo un hueco en el pecho
- Más te vale, esa niña sólo es un problema, ni siquiera sus padres la soportan y sus padres son personas de bien, quien sabe que le pasará a esa muchacha por la cabeza - Dijo mi padre
- No tengo hambre ire a mi habitación - Comenté tratando de parecer tranquila
- Está bien hija - Dijo mi padre
Subí a mi habitación y lloré de frustración, odiaba con fuerza el hecho de que la juzgarán sin saber por todo lo que ha pasado, pero puedo asegurar que lo único que necesito es ella.
