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MY ANGEL

CAPÍTULO 3

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Había pasado ya un mes y medio desde que David comenzara a trabajar en EcoQueen. Y el sueldo de aquel mes había sido más que suficiente para pagar las cosas que Regina le había comprado a él y a Jason.

Claro está que la morena no quiso recibirlo todo, solo aceptó el dinero de la ropa. Diciendo que todas las cosas que le compró al pequeño fueron regalos. Y como tal. No había devolución ni pago.

Era algo casi imposible ganar una discucucion con la morena, lo comprobó aquel día que fueron de compras y al volver a casa se encontró todo limpio y no solo eso, sino que tenía todo lo que el pequeño necesitaba, desde pañales hasta la cuna.

Recordaba claramente ese día, cuando al salir del baño se dirigió a su habitación con el pequeño niño envuelto en toallas.

Nada mas entrar y se encontró con una cuna estilo moisés, hecha de madera a un lado de su cama. Solo le tomó medio segundo para dar con la responsable. La llamó desde la habitación y volvió a llamarla al ver que Regina no se acercaba, con Jason aun en brazos salió hasta la cocina, encontrándosela vacía, la morena se había escapado antes de que él le echara la bronca.

No supo de ella hasta el día siguiente que se la topó en la oficina de Miriam. Después de tanto pedirlo, el rubio le mostro una foto del pequeño a su compañera, la cual quedó enamorada del bebé.

-Ahora entiendo porqué Regina babea por él. Es hermosisimo-. Dijo la joven con un tono que daba a entender algo más. Pero no supo definirlo.

En ese momento Miriam nombró a Regina como "Hada madrina" del pequeño. Haciendo reír a la morena. Una risa que enamoró a David, haciéndolo olvidar el por qué quería discutir con ella.

Pero al fin. Después de tanta angustia y desespero. Estaba progresando, sin deudas y sin agobios. Ya hasta le había comprado un cochecito a su pequeño niño, con silla de auto y todo. Más pañales, no entendía ¿como algo tan pequeño podía defecar tanto? Y también le compró un montón de juguetes, demás de los que siempre le regalaban Regina y Miriam también, la joven morena llegaba casi todos los lunes con algo nuevo. Porque sí, su compañera también terminó babeando por el bebé. El efecto Charming, había dicho él orgulloso.

Y aquí estaba hoy, un día viernes por la mañana, en la consulta con el pediatra. Un poco incomodo por ser prácticamente comido con los ojos por las mujeres ahí en la sala de espera.

Había pedido el día libre justamente para poder hacer esto. Y grande fue su sorpresa cuando Regina no se ofreció a acompañarlos.

Supuso que tendría mucho trabajo, puesto que últimamente siempre estaba visitando las plantas de producción y los puntos de recolección de los plásticos. Él sabía, por leer tantos documentos, que todo lo recolectado era enviado a una planta procesadora ubicada en el área industrial de la ciudad. Mientras en el edificio donde estaban ubicadas las oficinas de la empresa se llevaban a cabo todos los proyectos, era en la planta donde la verdadera magia se producía. Nuevos productos a partir de otros desechados.

Lo otro eran los puntos de recolección. Los habitantes de las costas recolectaban voluntariamente. Principalmente para mantener su hogar limpio. Pero Regina siempre contaba con un plan bajo la manga para agradecerles. Ya fuera creando más áreas verdes, como organizando eventos gratuitos. Siempre participando y acercándose a la gente, llegando incluso a recolectar ella también.

MY ANGEL (EvilCharming)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora