Desde mi rincón podía ver como paseaba la gente, el sol me estaba secando rápidamente.
Algunas mujeres usaban sombreros, muchas iban con vestido y otras simplemente el traje debaño y alguna toalla.
Los hombres, algunos tenían uniforme, seguramente eran de la tripulación pero la mayoría llevaban pantalones cortos y camisas de colores.
Había pocos niños y niñas pero todos pasaban por mi lado sin siquiera mirarme.
Una niña pasó corriendo y tropezó justo delante de mi, lloraba, era pequeña, sus ojitos estaban hinchados y rojos, su pelo lacio y negro era muy largo y estaba parcialmente mojado.
me acerqué a ella y tímidamente le pregunté:
-¿Te encuentras bien?
no me respondió, parecía asustada, así que me presente.
-Soy Loreley y si quieres podemos ser amigas.
Sus ojitos se abrieron de par en par, sorprendida de que podía hablar.
Tímidamente me dijo:
-Yo soy Julieta.
-¿Por qué corres', ¿Por qué lloras?
-mi tíaes muy mala, dijo que me iba a encerrar en el cuarto si no comía las verduras ni me ponía el vestido horrible que me compró.
-Así que corrí para esconderme y me caí.
si quieres podemos escondernos juntas.
Empezamos a andar buscando un lugar donde escondernos de latía mala y llegamos a las cocinas del barco.
Un hombre gordo con sombrero muy alto nos gritó que nos fueramos y nos amenazó conunacuchilla muy grnde.
Nos pusiosa correr por toda lacocina, nos separamos y el cocinero loco me atrapó, estuvo a punto de tirarme al fuego.
Julieta fue muy valiente y lepegócon una sartén en la pierna y tuvo que soltarme.
Salimos corriendo de ahí y no volvimos nunca más.
Llegamos a unos pasillos y muy canadas nos sentamos a descansar, una mujer se nos acercó.
Era muy alta, vestía de negro, con un sombrero grande. Tenía una verruga en la naríz y unas uñas muy largas.
Su nombre era Ermelunda y era la tía mala de Julieta.
-¿Qué haces quí con ese trapo sucio?, gritó.
me zarandeó y lanzó muy lejos de mi amiga. La oí gitar y llorar cuando se alejaba.
Pasaron los días y no quería moverme por si venía mi amiga y nome encontraba. Esperé y esperé pero no venía.
De repente escuché mucho ruido,la gente pasaba corriendo, creí que nos hundíamos,pero en realidad estábamos llegando a tierra firme.
Bajé del barco impulsada por el tumulto de gente y me perdí.
Mi amiga se había ido con su tía y yo me había quedado sola, otravez.
Pero no me desanimé, me senté y esperé y esperé.
ESTÁS LEYENDO
Loreley
PertualanganLoreley, una historia llena de aventuras y desventuras, la perseverancia, la amistad y el amor incondicional se mezclan en la búsqueda de Loreley