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Mis palabras la hirieron. Lo sé por el dolor reflejado en sus ojos. E intento hacer que no me importa. Pero en realidad, debería sentirse bien de que no fui más cruel. En el resto del camino ella ni siquiera me mira y yo intento ignorarla también, aunque resulte difícil. Cuando por fin llegamos a su casa, ella se baja sin medir palabra, ni una despedida y cierra la puerta de mi coche de un fuerte portazo. Yo bufo y resisto mandarla a la mierda, solo la ignoro y me voy de allí antes de que entre a su casa.

En dos minutos estoy en la mía y me encuentro a mi madre viendo la televisión. Ella al verme me sonríe y me llama para que me siente a su lado. Obedezco. Puede que las cosas no terminen de ir bien con los chicos o con Olivia, pero con mi madre si que espero tenerlo fácil para recuperar una buena relación madre- hijo como antes.

- ¿Cómo te fue?

- Bien. Todos andan bien por allí.

- Sabes que... ya rondan por Internet las fotos ¿verdad?

- ¿Qué fotos?- pregunto haciéndome el inocente

- Las tuyas con los niños y Olivia, "Niall Horan recordando viejos tiempos"- dice con una sonrisa, yo suspiro y recuesto la cabeza en el sofá

- ¿Tan rápido?- ella ríe

- Si. Ya tus fans hacen mil especulaciones, algunas dicen que le has puesto los cuernos a Alice, que como has podido y en fin... ya sabes lo de siempre. Unos a favor, otros en contra. Las Nolis emocionadas, Nalice no tanto- dice sonriendo

- En ese caso, apagaré el móvil. No quiero llamadas de nadie, ni los gritos ensordecedores de Alice. - digo mientras lo apago

- Vete a dormir. Mañana tendrás cosas que enfrentar por esto.

Y no puede tener más razón. Me voy a la cama y aunque tengo sueño me cuesta dormir, no paro de rememorar los besos con Olivia, y si, tienen razón los que comentan en redes sociales, porque fue como volver a los viejos tiempos: cuando yo cada vez que podía escaparme del trabajo venía a pasar tiempo con ella y mis hermanos. E íbamos así, por el parque, a comer, donde sea y no podía dejar de besarla todo el rato mientras Darcy y Kaile se burlaban. Maldita sea extraño tanto eso. Tenerla conmigo. Pero eso es pasado. Ella me engaño. No me merece.

La luz del sol me despierta. Miro la hora, son solo las diez de la mañana, no he dormido ni seis horas pero aun así no tengo ganas de estar en la cama. Me levanto y me ducho, bajo a desayunar. Y hubiese deseado no hacerlo. Porque Olivia esta aquí. Al verme se tensa y hace como si nada. La fulmino con la mirada.

- Buenos días, mamá . - digo dándole un beso en la mejilla- ¿y tú que haces aquí?

- Vengo a pedirte que aclares lo que ha pasado ayer, tus fans...

- No tengo que aclarar nada. No debo darle explicación a nadie.

- ¿Ah si? ¿Ni siquiera a tu novia?- me dice molesta- Porque tu querida noviecita me ha enviado mensajes groseros al Twitter. Y ya sabes, sus fans han querido defenderla.

- Bueno, entonces no es cosa de mis fans así que...

- No, algunas de las tuyas también van incluidas en el paquete. Y...

- Mira, niña- digo poniéndole un alto- no me importa una mierda si te andan jodiendo. Vive con ello.

- ¡Niall!- me regaña mi madre- y pensar que antes te hubieras puesto contra el mundo entero cuando alguien se atrevía a meterse con ella- dice decepcionada, Olivia agacha la cabeza y yo intento no pensar en que se refiere.

Como en todo, siempre hubieron chicas que quisieron a Olivia, pero habían otras que la odiaban. Eso me molestaba y más de una vez tuve algún problema con alguna supuesta fan que la acosaba. E incluso tuve una pequeña pelea por la que me gane un denuncia de parte de un fotógrafo, al que pegue porque no paraba de acosarla e incluso llego a golpearla con su cámara, por más que haya sido sin querer, me puse como un loco. Pero como bien dijo mi madre, eso era antes.

die in your arms «niall horan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora