Mi madre trabajo durante toda la noche, ella termino tan cansada que se dormida, solo sujetaba la manivela que accionaba la bomba que hace emerger el agua contaminada al exterior, cansada me retiro a descansar, pero no hay señales de mi abuelo, así que corro a buscarlo, lo encuentro acostado sin moverse, le grito pero no responde, sigo gritándole, pero no hay respuesta.
—¿Qué tienes pequeña?
—Pensé que habías muerto.
—Creo que un no es mi hora.
—Aun tienes que contarme todo lo que viviste.
—Algún día lo haré, mi pequeña, pero hoy no.
Mi madre se había ido a descansar, pero era la hora de conseguir los víveres, ella no podía ir en ese estado, así que tome mi ropa protectora, tome las tarjetas de identificación y fui al centro para recoger los víveres, mi madre nuca quiere que valla, pero esta cansada y no quiero molestarla, además debo de valerme por mí, así que iría sola.
—No entiendo cómo fue que acabe aquí.
—No digas nada y vamos dante, tengo que ir por los víveres, y me debes de acompañar.
—Si per no entiendo por qué debo ir.
—Dejaras que una señorita como yo valla sola, ya casi seremos adultos, y tenemos que aprender.
—Me siento joven a un, tenemos apenas 11 años.
—Si, pero en 3 años seremos adultos, y en 30 estaremos viejos, no tenemos mucho tiempo.
Con dificultad en el andar, logran llegar al lugar donde se reparte los víveres, filas por todos lados, por un lado, hay gente que intercambia para conseguir objetos como platos, tenedores y vasos fabricados en roca y a veces en plomo, solo los de la elite consiguen vasos de vidrio y servilletas de tela.
Nos formamos para obtener un poco de agua, cientos de personas se forman, a veces durante horas para solo recibir 1 litro del preciado líquido, estábamos por llegar cuando unas personas se pelean, se golpean salvajemente y todos los demás nos agachamos para que las fuerzas del orden, actúen de inmediato, logran contener al sujeto tirándolo al suelo, y puedo observar como de su bolsillo caen las tarjetas, dante me mira y me dice ligeramente que no lo haga, pero sin hacerle caso logro alcanzarlas. Por fin se llevan al sujeto, gritando que le habían robado sus tarjetas, pero el orden es restaurado llevándoselo lejos.
Por fin logramos terminar de conseguir los valiosos víveres, pero era demasiado tarde, todos se apresuraban a refugiarse, pero cuando estábamos corriendo para irnos, un sujeto me toma de la ropa.
—Devuélveme mis cosas.
Lo pateo en el pie y salgo corriendo junto a dante, pero era imposible regresar, la temperatura bajaba rápidamente, entonces sin opción, regresamos pero ya era casi imposible ver por la neblina y los gases tóxicos que poco a poco bajaban del cielo, teníamos que cubrirnos, buscamos desesperados por todos lados, hasta que una pequeña cueva encontramos, con miedo aun entramos y rápidamente sellamos la entrada, nos retirábamos cuando el sujeto golpeada, suplicando poder entrar, gritaba por auxilio, pero no podíamos permitirnos que nos lastimara, durante un tiempo siguió hasta que sucumbió ante el cansancio, solo escuchándose sollozos, pero teníamos otro problema.
La temperatura bajaba cada vez más, necesitábamos estar a mayor profundidad, pero era imposible.
—¿Moriremos?
—Es probable Aleya.
—No puedo hacerle esto a mi madre, no puedo dejar que sufra ahora por una perdida más.
—No hay nada que hacer.
En silencio quedamos, sin ánimos y sin esperanza, todo estaba perdido, la temperatura bajaba cada vez más, eventualmente nos podríamos congelar.
Empecé a quitarme las ropas, tímidamente me las quitaba, hasta quedar en solo mi ropa interior.
—Quítate la ropa
—¿Pero aleya?
—Hazlo dije.
—Nunca pensé que mi primera vez sería justo antes de morir.
—¿Pero de que hablas? Nos juntaremos para compartir calor, y taparnos con las ropas, solo es eso.
Con vergüenza se miran, torpemente empiezan acercarse, juntando sus cuerpos para compartir le calor, y tal vez tener una oportunidad de sobrevivir, juntan las ropas para aislar el frio y mantener el calor.
—Lo más absurdo es que si morimos, creerán que tú y yo...
—Sobreviviremos, ¿o no?
Nos quedamos en silencio después de ese comentario, nadie tenia la certeza, y era mejor no dar falsas esperanzas.
—¿Cres que todo esto sea normal?
—No lo creo, mi abuelo me cuenta cosas de su vida y...
—Tu abuelo puede que este loco.
—No lo creo, sus historias son muy convincentes.
—Mientras exista esperanza, existirá vida, eso me dijo tu abuelo.
—Si logro salir de aquí, le diré que me cuente todo, quiero saber más, y poder crecer y ser importante, y cambiar el rumbo del mundo.
YOU ARE READING
TERRA 3.0
General Fictionsucesos que son inevitables, catástrofes provocados por los seres mas avariciosos, los humanos consumieron todo cuanto pudieron, tomaron elementos de la naturaleza, le pusieron precio y vendieron al mejor postor. ¿cual es el futuro de todo?