capítulo 6. Caramelo

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Ese lunes parecía de lo más normal para todos, a excepción de Tae y Hoseok. Ambos se habían despertado temprano para que Hoseok fuese a trabajar pero antes debía dejar a Taehyung en su casa.

-Hyung, no quiero ir a mi casa-dijo Tae mientras miraba al suelo

-Tae, le dije a tu hermano que te llevaría

-Pero hyung... me quedare solo

Hoseok sabía perfectamente lo que era vivir solo, años atrás él había discutido con sus padres porque a ellos no les parecía una buena idea que él se dedicara al baile

(3 años atrás)

-¡Jung Hoseok! ¡No te permitiré que arruines tu vida de esa manera!

-Papá, tranquilízate. Sé que no estás de acuerdo, pero es mi vida al final de cuenta

-¡A mí no me interesa que sea tu vida! Tú te vas a dedicar a seguir con la empresa ¡Quieras o no!

-Mamá... por favor-dijo Hoseok mientras estaba a punto de llorar

-Hijo, tu padre tiene razón-Dijo su madre que estaba sentada en el sofá mientras fumaba un cigarrillo-eres nuestro único hijo, por lo tanto tú debes heredar la empresa, no hay nada más que discutir

-Pero mamá yo...

-¡Ya escuchaste a tu madre Hoseok! Este tema se da por terminado-dijo el padre de Hoseok mientras llevaba una copa con coñac a sus labios-mi hijo, un bailarín ¡Ja! No sé si sepas que eso es para maricas-dijo el padre de Hoseok sin medir sus palabras

-Mamá... Papá... soy gay-respondió Hoseok sintiendo que se le caía un peso de encima.

Ellos veían mal que un hombre hiciera lo que ellos llamaban "cosas de mujeres". Él sabía que el que un hombre bailara no significaba que fuese gay pero, en su caso, él sí lo era.
Sus padres se quedaron en shock ante tal declaración, y fue su padre el que tomó una decisión

-Quiero que te vayas-dijo sin vacilar a su hijo-vete y nunca vuelvas

-P-pero, cariño-dijo su madre-quien verá por la empresa

-Prefiero que se quede en manos de un desconocido que en las manos de alguien que quizás va a querer pintar todo de rosa-contestó el padre-así que vete, y olvídate de que tienes padres, olvida todas las comodidades que tenías aquí. Y llévate todas tus cosas, tal vez lo que tienes sea contagioso

Hoseok quería llorar, pero no lo hizo. Entró a su habitación para empacar sus cosas, y antes de que su padre lo supiera él ya se había marchado; durante muchos años sus padres le habían dado todo, y aunque al principio no tuvo otra opción compró una casa que estaba cerca de su amigo pero lejos de sus padres. El dinero lo tomó de una tarjeta que su padre le había dado desde que tenía 15 años para que Hoseok pudiera gastar el dinero que en ella había en lo que quisiera, y había una enorme cantidad de dinero debido a que nunca había utilizado ni un solo centavo de esa tarjeta, más sin embargo su padre creía que su hijo era cómo los demás chicos a los que les gustaba gastar el dinero desmedidamente.

Gracias a eso fue con lo cual pudo también iniciar con el negocio que él necesitaba.
Al principio se limitó muchas cosas, agradecía que durante siete años hubiese ahorrado en vez de gastarlo todo como sus conocidos, pero también sabía que ese dinero al final de cuentas se lo había dado su padre.
Jimin le ofreció muchas veces que se fuese a vivir con ellos pero él quería acostumbrarse a vivir solo pero, por lo visto, aún después de tres años no se acostumbraba.

(Actualidad)

Hoseok no quería dejar a Tae solo, así que lo llevo con él a la escuela. Tae estaba muy feliz porque ese día la pasaría con la persona que quería, aunque estuviese sólo sentado en un taburete viendo como bailaba.

Ódiame o ÁmameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora