Capítulo uno.
Estaba jodidamente cansada de estar en mi habitación todo el día. Pero en Nueva York, por derecho divino, no se conseguía trabajo a la primera. Y tampoco la admisión de la universidad Juilliard era fácil.
Quería estudiar Artes y desviarme un poco por el cine y la actuación. No era tarea fácil, pero por eso estoy aquí, ¿cierto?
Comencemos dando un paso hacia atrás.
Desde pequeña me había criado en uno de los pequeños pueblos de Texas. Digamos, no tenía ni la menor idea de este mundo, de que sería vivir y trabajar en una ciudad de este toque. Y aún me sigue pareciendo la mejor opción que he podido tomar.
Mis padres, habían decidido deshacerse de mi -Nótese el sarcasmo previamente citado.- hacía un mes exactamente. Ya podía comenzar con mi vida, trabajar o asistir a la universidad.
La verdad.., la soledad era fenomenalmente una mierda. No conocía a nadie del edificio, excepto al de arriba, mi vecino, sólo había hablado con el un par de veces, y literalmente..
Me detestaba.
En fin, ¿que se podría esperar de un chico con el cabello totalmente pintado? nada.
Camine hasta la puerta. La habían tocado sólo una vez y decidí mirar quien era.
- ¡______! - Dijo Julie.
Julie.., la había conocido la primera semana que asistí a Juilliard. A conocer un poco el método, en donde estudiaría, y sí tenía oportunidad. Ella tenía un año exactamente estudiando allí, y digamos, su personalidad era bastante, un poco, diferente.
- Julie.. - Dije suavemente. Haciéndome a un lado para dejarla entrar.
Ella no pasó, me miro fijamente y sonrió de lado.
- Sólo venía a avisarte que.. Aceptaron tú solicitud. Podrás ir a audicionar. - Mi mirada estaba completamente desviada al piso. No podía creerlo, me habían tomado en cuenta.
Sólo era una audición, y todo lo que tenía planeado durante toda mi vida por fin se cumpliría. Nada podría dejarlo ir.
Abrace a Julie sin pensarlo. Ella se quedo inmóvil pero podía sentir su sonrisa de oreja a oreja.
Al separarme, vi como sus dos manos extendían un papel blanco con con alguna firma sobre él. Al verlo, era una especie de carta, una especie de convocación para audicionar oficialmente.
Lo había logrado.
Había conseguido un trabajo local como mesera de un pequeño restaurante. Julie en su tiempo libre, - Para mantenerse; principalmente - trabaja allí. Así que no estaría sola.
Hoy seria mi primer turno.
Tome mis llaves con una mano y cerré la puerta para salir finalmente del retén, mi hogar.
Camine hasta el ascensor. Y allí estaba.
- Kian, ¿cómo estas? - Dije sonriendo ampliamente y quedando a su lado.
Él no respondió absolutamente nada, y se encaminó al ascensor cuando por fin llego.
- Joder, ¿me odias? - Pregunte colocando uno de mis pies para evitar que el ascensor se cerrará.
- ¿Por qué debería? - Primera vez que su mirada se colocaba justo con la mía.
El ascensor sé abrió de golpe gracias a mi pie. Y así pude pasar y quedar a su lado.
- ¿No podías responder un puto, 'cómo estas'? - Dije finalmente. No pensaba discutir y menos con el de arriba hoy.
Él sonrió torcidamente. Una sonrisa delicada pero muy abierta. Me miraba de arriba a abajo, no falto tiempo para sentirme incómoda e intimidada.
- La bipolaridad afecta. ¿Lo sabias? - El momento incómodo había terminado. El ascensor por fin se había abierto en el primer piso del edificio.
Kian comenzó a reírse mordiendo su labio inferior para no sonar tan fuerte, o al menos eso dio a entender, y con una mano que colocó en mi pecho me hizo a un lado.
- No soy bipolar. - Sonrió por última vez, malditos dientes tan blancos, acomodándose los lentes, camino al frente mío alejándose hasta dónde sea que fuera.
A decir verdad, Kian no se notaba de ese tipo de chicos estúpidos y desagradables. Hasta sé podría decir que era simpático, a su manera, un toque simpático y jodidamente antipático. Agridulce.
Me quede un momento pensando fuera del ascensor. Y luego reaccione, llegaría tarde.
Por suerte, Julie tenía un auto, y había acordado buscarme y dejarme en mi casa toda las veces que quisiera. Claro, sí le conseguía al chico que vivía en el piso nueve.
Al llegar, se sentía fenomenal trabajar en uno de los restaurantes la conocidos del bulevar. No era de esos donde abundaban personas adineradas tomando, era de esos lugares en donde irían chicos y chicas a pasar el rato. A comer, y a divertirse.
El trabajo era fatigoso, Julie hacia las cosas mil veces mejor que yo, y de vez en cuando me sentía pequeña. Veía como tenía la capacidad de llevar tres comidas de una vez, y yo.. No podía llevar los cubiertos completos.
Había una pista de baile iluminada con todos los colores y reflectores de color amarillo.
No imaginaria estar a medianoche en este lugar.
Kian y un amigo acababan de entrar por la puerta justo a las siete de la noche. Mi turno apenas había comenzado. Genial ______.
<<
Muchísimas gracias por leer el primer capítulo. La verdad, aún no estaba decidida de subirla, pero aquí está.
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el de arriba | kianlawley y tú/ pausada
Romance_______ Ricci no poseía ese problema de detestar tener un vecino. Hasta qué conoció al de arriba. Kian Lawley tenía aquel incomprensible adjetivo para enamorar a una chica. Y la de abajo no podría ser la excepción...