el de arriba | kianlawley y tú/ pausada

Capítulo cinco.

Capítulo cinco.

- Estás jodidamente loco sí piensas que tendré sexo contigo. - Dije mirándolo fijamente.

Kian se acercó a mi lentamente. Sentí como sus brazos rodearon mi pequeña cadera.

- Vamos.. sabemos que harías todo porque ese video no salga a la luz. - Sus manos bajaron un poco más a allá de mi cadera.

- Eres un sucio - Con ambas manos lo empujé, alejándolo completamente de mi cuerpo.

Kian río y se encogió de hombros.

Tenía ese algo que no me permitía enojarme totalmente con él. Aunque era un imbécil, ya estaba claro.

- ¿No lo harás, cierto? - Kian se sentó nuevamente en la cama mirándome.

- Prefiero que difundas el video - Caminé hasta él y lo tomé del brazo, intentando levantarlo.

Kian me miró a los ojos riendo. Era inútil. Nunca lograría levantarlo.

Haló de uno de mis brazos recostándose sobre él, sentía la presión de sus brazos rodearme hasta hacer una llave en mi espalda, más inútil sería zafarme de él.

- Tengo trabajo. Sólo, déjame - Mis brazos se colocaron a sus costados.

- Te dejaré ir hasta que accedas. - Su mirada cínica provoco un escalofrío en mi cuerpo.

- No me acostaré contigo, nunca - De un empujón logré levantarme.

Estaba un poco extenuada y frustrada a la vez.

Vamos _______, sólo es un creído más, ¿cierto? Es fácil. Te lo quitarás de encima de una vez y seguirás con tú día, es muy fácil.

Y sabía que no sería nada fácil.

-

- ¿Un video? - Dijo Julie haciendo una mueca bastante notable.

- Y sí no me acuesto con él.. Lo difundirá, tal vez a personas importantes de la universidad, todo está en juego - Tomé algunos platillos que habían en una de las mesas y caminé hasta la cocina. Sentí como Julie me seguía.

El restaurante, esa tarde, estaba un poco sólo. Normalmente acostumbraban venir muchas personas de todas partes, era internacional, típico.

- Podemos llamar a la policía, se le llama extorsión.

Reí por debajo.

- No llamáremos a la policía, Julie, puedo con esto.

- Vamos, _______, no te acostarías con él. Te conozco, no tienes agallas. - Ella comenzó a reír fuertemente y mi mirada se quedo colgada en el suelo.

- Así qué estás tan segura.. - Respondí desafiándole.

- No has tenido tú primera vez sí quiera.

- Cállate. Tengo dieciocho, no me apuro - Murmuré mirándola fijamente.

De pronto la mirada de Julie se quedo fija a la entrada.

Sam se encontraba junto a Kian, y ambos me miraron y rieron un poco.

Maldito Kian.