ONCE

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-         ¿Crees que tres días es mucho o poco tiempo?

Descubrió lo sin sentido de la pregunta una vez que ya había sido formulada.

Rogó por haberlo pensado solamente, pero supo que no fue así cuando Abie giró hacia él. Agradecía que el sorbete de su jugo le mantenía la boca cerrada, porque estaba seguro que la niña estaría haciendo una desagradable mueca hacia él.

-         Bueno, depende sobre qué estemos hablando -reflexionó, sus dientes mordisqueando el sorbete-. Tres días al cuidado tuyo son oficialmente mucho tiempo. Sin embargo, cuando tengo tres días para estar sin ti, se pasan muy rápido y no logro disfrutar porque ya debo verte nuevamente. 

-         Eres la niña más dulce que ha pisado el planeta. Apuesto a que el niño guapo de tu curso está tras de ti. Oh no, espera...

-         Me pregunto qué piensa tu madre acerca de la hermosa novia que tienes. Oh no, espera...

-         ¿No puedes tener una conversación seria? -protestó, cruzando sus brazos. 

-         Lo dice el adulto que se burla de una niña de ocho años -contratacó Abie, imitando su pose. 

-         Bien, ¿paz?

-         Bien.

 Zayn 13:00

 "¡Hora del almuerzo!"

No supo cuándo fue que su pie comenzó a moverse involuntariamente ni cuándo sus dedos iniciaron un inquietante golpeteo en el dorso del móvil. 

-         ¿En qué piensas? –Abie seguía observándolo mientras hacía un irritante sonido con el envase del jugo ahora vacío.

-         ¿Cada cuánto puedes comer dulces?

-         ¿Con o sin el consentimiento de mi madre?

-         ¿Sin?

-         Hoy es un gran día -Abie sonrió, luciendo con orgullo el pequeño hueco que había dejado uno de sus incisivos al caerse hace pocos días atrás. Louis sintió el impulso se pellizcar su mejilla. 

-         Tú y yo seremos grandes amigos.

-         Prefiero la palabra socios –se mofó, haciendo volar su coleta con un único movimiento de cabeza.

Louis no iba a discutir, aceptaría cualquier cosa con tal de ver a Harry. Lo cual era irónico dado que aquella contradicción seguía allí, punzando en su interior. Llegar al chico de ojos verdes era en todo lo que pensaba durante el día, después del pensamiento sobre no pensar en él.

No lo había tenido en cuenta hasta estar frente a la tienda, pero era claro que a la hora de almorzar los negocios cerraban sus puertas.

Sabía que debía detener a Abie en cuanto la vio tocar timbre. No tenía pensado interrumpir el descanso de nadie, pero entonces Harry salió de algún recoveco en la parte trasera de la tienda con una niña en brazos y observó desde lejos antes de caminar hacia ellos y darle una vuelta a la cerradura.

-         ¡Hola! –saludó Harry, consiguiendo con una sola mirada que la pequeña en sus brazos lo hiciera también. Luego se hizo a un lado y les cedió el ingreso. 

-         Hola –el acelere en su corazón se notaba en el tembleque de su voz-. ¿Seguro? –señaló el interior mientras detenía con una mano a Abie, quien intentaba avanzar-. Podemos volver más tarde si está cerrado.

Message on a Paper | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora