Epílogo

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Sostuvo el pequeño rectángulo de papel arrugado entre sus dedos. Luego lo movió sobre la tenue luminosidad solar que le permitía releer las garabateadas frases que cambiaron su vida.

La primera vez que vio aquel mensaje anónimo, no creyó que podría terminar en este poderoso sentimiento que dominaba su corazón.

Él había imaginado una aventura, quizá un amigo a distancia con el cual hablar hasta que sus caminos se separaran y las conversaciones llegaran a su fin.

No estaba preparado para amar.

Ahora que lo hacía y su corazón latía por algo más que su propia vida, estaba aterrado.

Con Louis las cosas no habían sido fáciles, circunstancia que ayudó a su cabeza con la idea de algo pasajero. Pero entonces allí estaba, el amor colándose de forma inconsciente en su cuerpo. Como todo sentimiento, llega sin avisar y no tienes decisión sobre él.

Debía haberlo notado. Estaba en lo mal que se sintió cuando creyó no ser lo que él buscaba; en la desolación que lo consumía cuando temía perder a Louis, incluso sin haberlo tenido, y en la pura felicidad cubriendo su ser cada vez que lo besaba, como si formar parte de su vida fuera todo lo que le bastaba para estar bien. 

Estaba, también, en el papel que llevaba consigo desde el momento de haberlo recibido.

Louis se pegó más a su espalda, rozó piel con piel e hizo que recordara el por qué de sus pensamientos.

Estaba siendo paranoico. No desconfiaba del cariño de Louis, pero temía que el chico pusiera en funcionamiento sus reflexiones y luego de haber estado juntos, decida que lo suyo moría allí.

Después de todo, nada le garantizaba que los acontecimientos de la noche pasada hayan desembocado en Louis los mismos sentimientos que en él.

- ¿Escribí una palabra con mala ortografía y lo acabas de descubrir?

El rostro del castaño se elevó por sobre su hombro. Sus brazos lo refugiaron bajo su calor.

- Bebé, ¿he hecho algo mal? ¿No te hice daño, cierto? -prosiguió Louis, plantando un beso en su hombro desnudo.

Era una posibilidad que Louis no lo amara de vuelta, pero no podría estar pensando en dejarlo si se encontraba susurrando aquellas palabras cerca de su oído.

- Estaba pensando -respondió, devolviendo el papel a su billetera y esta última a la mesa de noche para así liberar su mano y poder entrelazarla con la de Louis.

- Lo noté -Los dedos libres de Louis recorrieron su cadera, esparciendo un cosquilleo al resto de su piel-. Solía mortificarme a mi mismo con pensamientos, justo antes de conocerte.

- ¿Qué... -tragó saliva, preguntándose si hablar de ello era lo correcto o debía mantenerlo para sí mismo-. ¿Qué habría pasado si Niall le entregaba el papel a esa chica?

- ¿Es esa tu pregunta? -la suave caricia ascendió a su abdomen y luego volvió a bajar en picada, directo hasta su muslo.

- Supongo -vaciló en un poco audible susurro.

- Me temo, bebé, que pensar en ello no tiene sentido. En primer lugar, porque no sucedió de esa manera y debo agradecerle a Niall por saber distinguir la dirección de mi mirada. Todo el tiempo te miré a ti, Harry -aseguró, despejando el cabello de su rostro-. En segundo lugar, porque yo todavía estaría perdido, tú probablemente conociendo a alguien más y esas no son imágenes que quiera reproducir en mi mente.

Louis lo volteó y se posicionó sobre él. 

- No pienso que haya sido un error -Louis continuó explicando y llevó sus manos unidas hasta la almohada por encima de su cabeza-. Hoy, actualmente, es lo mejor que me ha pasado en la vida. No puedo decirte qué sucederá en un tiempo -aclaró mirando sus ojos, como si supiera a dónde iban en realidad sus dudas-. Me propuse vivir el día a día. Es graciosa la forma en la que nuestra mente se la rebusca para torturarnos con sucesos que no están a nuestro alcance y es ahí cuando nos perdemos de vivir lo que realmente está pasando. ¿Sabes qué pasa ahora por mi cabeza?

- ¿Qué, Lou?

- Tú, un gato y un perro. Un sofá amplio. Un televisor digno de ver fútbol. Una luminosa cocina que jamás tocaré. Un jardín con piscina, cama elástica y una hamaca -Louis besó una parte distinta de su rostro mientras enumeraba sus deseos-. También quiero un altillo de techo vidriado y corredizo, siempre soñé con eso. ¿Te casarás conmigo, Harry? ¿Me dejarás abrazarte cada noche? 

- ¿Eso no sería decir lo que sucederá en un tiempo? -su voz se volvió aguda, sin aliento. 

- Eso sería decir lo que hoy quiero que suceda en un tiempo. Verás, el día de mañana quizá decida que un techo vidriado sea demasiado, quizá sea un asco en mi profesión y no pueda mantener una casa con esas comodidades. En el peor de los casos, tú puedes encontrar a alguien mejor y largarte de mi lado. Entonces, en ese momento creerás correcto lo que hoy no deseas que suceda. ¿Me entiendes, bebé? No sé quiénes seremos en unos años ni cómo nos sentiremos, sólo sé lo que siento hoy y no tengo intensiones de cambiarlo.

- ¿Qué sientes?

- Que te amo como nunca creí posible amar a alguien y que siempre querré terminar mis días entre tus brazos. 

Fueron las palabras de Louis, acompañadas de sus labios, lo que le hicieron olvidarse por primera y última vez de su miedo a ser abandonado.

--- xxx ---

Esto, probablemente, sea lo peor que escribí en mi vida. Cambié este epílogo 500 veces, desde la primera idea que tuve y se me olvidó, hasta lo que dije en la nota del capítulo anterior y decidí modificar. Intenté escribirlo muchas veces, pero cada vez lo que hacía no salía nada de mi cabeza. Me frustraba realmente. Si a eso le sumamos mi cotidiana depresión, mis problemas personales, y el dolor de cabeza que tuve ayer cuando quería actualizar -y tengo también hoy- termina dando el resultado de por qué tan pete epílogo. Lo publico de todas formas porque no creo poder hacer algo mejor con esto, sinceramente. Lo siento si alguien esperaba algo más.

Gracias a quienes estuvieron acá leyendo y comentando cosas que me hicieron realmente feliz. Si alguien de aquí va a leer la historia nueva que subí, nos vemos ahí, gracias, y de lo contrario gracias también. :)


pd: me pasa que quizá me toma 3 horas editar dos capítulos porque me distraigo y me canso, pero después edito en la misma cantidad de horas toda la historia. Temo profundamente dejar más errores que antes, lo siento si eso pasa. 

Message on a Paper | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora