Capitulo 7

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¿Alguien anoto la matrícula de ese tren?

Aun no abría los ojos y ya podía sentir el dolor. Hasta el simple movimiento de respiración le enviaba continuas corrientes de dolor. No recordaba estar tan adolorido desde... su pelea con Zeref y Acnologia. Fue entonces que recordó los últimos momentos del día, los recuerdos le llovieron bombardeando su mente con imágenes. Se sentó en la cama de golpe mientras se llevaba una mano a la cabeza.

- Joder – mascullo entre dientes al sentir el dolor recorrer toda su columna vertebral. Recorrió la habitación con la vista, ese lugar olía a Juvia en cada rincón, pero había otro sutil aroma, bajo la vista encontrándose que tenía a alguien abrazada a su pierna – Sora – llamo en un susurro – Despierta – dijo esta vez en un tono más alto – Dormilona – incluso moviéndola no hacia la menor seña de despertar.

Pero no quería gritarle, no era tonto. Había captado el olor de todo su equipo en el piso de abajo y aun no quería contestar miles de preguntas. Además la falta de heridas en su cuerpo le decía que Wendy tuvo mucho que ver. Rápidamente se quitó su camiseta notando también la falta de marcas negras que siempre estaban en parte de su torso y hombro, un suspiro de alivio escapo de sus labios.

- Sora – susurro en su odio – El desayuno está listo –

- ¿Dónde? – la pequeña alzo su cabeza mirando en todas direcciones buscando su deseado alimento, pero al notar la mentira hizo un puchero mientras miraba con enojo a su padre. Pestañeo un par de veces al notar que el pelirosa le sonreía - ¡Tou-san¡ - se lanzó a su pecho mientras rodeaba su cuello con sus manos.

- Tadaima – susurro devolviendo el abrazo. Natsu apretó más el abrazo mientras aspiraba profundamente el aroma de la pequeña.

- ¿Tou-san? – susurro ante la extraña acción del pelirosa, si bien él demostraba su cariño por ella constantemente, sentía que algo le pasaba.

- Solo déjame abrazarte un minuto más – pidió recibiendo un pequeño asentimiento. Natsu cerro sus ojos recordando las palabras de su hermano – No, ella no pasara por eso. Me niego a que suceda - aflojo su agarre separándose unos centímetros para sonreírle.

- Eres un dormilón – Natsu alzo una ceja ante la risita de la pequeña – Tía Wendy dijo que dormirías al menos un día porque tenías mucho mmmm ¿Cómo era? – Sora llevo su puño debajo de su mandíbula mientras intentaba recordar. Natsu tuvo que contener una risa ante la ternura que le daban sus gestos - ¡Ah sí¡ agotamiento físico – Natsu no pudo evitar sonreír ante la alegría de la niña – Dormiste tres días –

- Wow supongo que te aburriste sin mí – comento despeinándole el cabello ante las quejas de ella, pero aun así Natsu siguió durante unos segundos – Supongo que tendré que compensarte – Sora asintió un par de veces con estrellitas en los ojos - ¿Qué quieres? –

- Quiero aprender el rugido – Natsu alzo una ceja ante eso. Justo en el momento que iba a hablar Sora se paró en la cama mientras encendía sus brazos en llamas – Moete kita zo –

- ¿Ella también? Rayos, ya nadie respeta los derechos de autor – aunque por fuera sonreía, por dentro lloraba cómicamente. Estaba totalmente orgulloso de los logros de su hija, pero esa era SU frase. Suspiro, se la compartiría, pero solo a ella - ¿Solo el rugido? – pregunto alzando una ceja – Yo pensaba enseñarte toneladas de técnicas, pero si no quieres tal vez deba enseñárselas a otra niña que me quiera más – el pelirosa agacho la cabeza mientras fingía un tono pesimista y triste. Sora comenzó a sudar de los nervios, pues a sus ojos había deprimido a su padre.

- No no no, solo puedes enseñarme a mí. Por favor Tou-san – Sora hizo un pequeño puchero mientras inflaba sus cachetes, Natsu al ver sus ojos rogando por su perdón y su aprobación; agacho la cabeza derrotado, no podía negarse.

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