Capitulo 8

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La última vez que había estado en la ciudad de Magnolia no había sabido apreciarla, la catedral en medio de la ciudad, el gremio Fairy Tail en su punto más alto, los ríos que cruzaban artificialmente por dentro de la ciudad, los extensos parques de recreación. Era realmente una ciudad muy hermosa y acogedora.

Había estado en esa misma montaña medio año atrás y había tenido la misma vista, pero aquella vez solo buscaba destruir tan hermosa ciudad. Pero aunque aún deseaba romper su inmortalidad, ya no deseaba morir. Por eso esta vez no buscaba el poder de Mavis, el Fairy Heart. Había encontrado una razón para vivir y eso lo había cambiado todo.

¿Quién habría pensado que el Mago Oscuro Zeref se derretiría de ternura ante una niña?

Si alguien se lo hubiera dicho hace un año atrás, probablemente lo habría matado por burlarse de él. Pero ahora, sus objetivos habían cambiado. Todo gracias a su pequeño hermano y su, aun mas, pequeña sobrina.

Cuando fue derrotado por Natsu tuvo tiempo para reflexionar sobre sus acciones, él había decidido egoístamente revivir a su hermano porque no era capaz de olvidarlo y el recuerdo de su muerte lo atormentaba día a día. Pero sus acciones causaron que toda la vida a su alrededor desapareciera lentamente, y nuevamente de manera egoísta convirtió a su hermano en un Etherias con el suficiente poder de matarlo.

Todas las acciones en su vida habían sido egoístas, siempre pensando en él mismo, jamás se detuvo a pensar en nadie más, ni siquiera en Natsu. Siempre dijo amar la vida sobre todo lo demás ¿Qué tan cierto era? Amaba incondicionalmente a su hermano, pero lo había convertido en un arma con solo un fin, asesinarlo a él. Pero Natsu consiguió la felicidad en Fairy Tail e incluso eso intento arrebatarle.

Ahora lo veía claramente, había sido muy egoísta y aun lo era. Pensaba conseguir sus ideales, pero sus métodos y motivos eran totalmente diferentes.

Los sonidos de pasos apresurados acercándose hacia él logro que saliera de sus pensamientos. Reconocería el particular sonido de esas pisadas sin importar la cantidad de tiempo que pasara. Parándose de su lugar y dándole la espalda a la ciudad reunió la magia en su mano y moviéndola de izquierda a derecha levanto una barrera, pero antes de poder advertirle de ella su invitada choco con la pared invisible.

- Ay ay ay ay ¿Por qué hiciste eso? – se quejó ella sobándose la frente adolorida. Zeref sonrió suavemente al ver el pequeño puchero y las lágrimas que se formaban en la comisura de sus ojos.

- Lo siento, pero no quiero hacerte daño – respondió señalando con su dedo como todo a su alrededor moría lentamente – No me perdonaría hacerlo una tercera vez, Mavis –

- Tu maldición... es más poderosa – susurro impactada al notar que fácilmente el área muerta alrededor del mago oscuro era el doble de grande de lo que recordaba – Absorbiste mi maldición ¿Verdad? ¿Por qué? –

- Tan inteligente como siempre – Zeref acompaño sus palabras de un par de aplausos, que ante los ojos de muchos se vería como un acto despectivo, pero ella sabía perfectamente que estaba siendo sincero – Respondiendo tu pregunta no lo hice de manera intencional, no sabía que era posible hacerlo... Supongo que solo un maldecido puede salvar a otro ¿Hermosa coincidencia, verdad? – agrego sonriendo levemente y Mavis pudo notar la melancolía en sus palabras, tal vez recordando aquella vez que casi la asesina por error.

- No digas tonterías Zeref... Tu odias esa maldición, te odias a ti mismo y el mundo por culpa de Ankhseram – Mavis golpeo con fuerza la barrera, pero esta no parecía siquiera afectada – Es por culpa de esa maldición que tu vida es una condena... Porque tienes un gran corazón capaz de amar a todo ser vivo –

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⏰ Última actualización: May 21, 2019 ⏰

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