𝐌𝐎𝐎𝐍𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓. [ᴛʏʀᴜs]

XI

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En pocas ocasiones Tj aceptaba consigo mismo que era un romántico empedernido. Por supuesto que podía ser obvio para quienes lo conocieran, pero aceptarlo con su propia persona cosas que podían causarle vergüenza, por alguna razón, era algo completamente diferente. Y eso le llevaba a olvidar en ciertos momentos que el amor a primera vista no era realmente-real ni que al anhelar lo suficiente a alguien no significa que esa persona llegará a tener un sentimiento recíproco.

Por lo que estaba claro que cuando cada cierto tiempo se auto restriega en la cara cómo el amor lo llevaba a ver nublosa la realidad, re-analizaba las cosas que hizo en algún momento y que tontamente pensó en aquel instante era un acto romántico. Porque si lo pensaba en sus momentos lúcidos, cada una de las cosas que Cyrus ha hecho por Tj no son más que actos amistosos que cualquier amigo haría por alguien que quieren y no tenía nada que ver con sentimientos más profundos de por medio.

Así que cuando salió de una ducha corta pero con miles de pensamientos, se propuso enfocarse en el no romanticismo obsesivo que un día común con un Cyrus común podría entregarle. Entonces, una vez se vistió con (en realidad estaba comenzando a hacer frío) una camiseta manga larga azul y un tanto delgado hoodie gris partió su camino hacia la escuela sin siquiera tomar desayuno -pero era realmente raro, porque Tj tenía la manía de lavarse los dientes antes y después del desayuno-. Quería sentir el viento contra su cara mientras caminaba y escuchaba algunas canciones en aleatorio que siempre terminaba cambiando.

Lucas, Jacob y Todd se habían ido en la madrugada en un taxi al aeropuerto y Tj realmente se lamentaba por no poder dejarlos hasta allá, pero ellos le insistieron en que no era necesario porque igual el vuelo tardaría hasta dos horas más y no querían que no durmiera nada. Pero aún así, sin ellos siendo la verdadera razón, no pudo dormir más de treinta minutos en toda la noche. Es que era raro, aquello de que por más que intente dormir no lo logre, por más escenarios que se colocara en su mente, no lograba caer en los brazos de Morfeo. De verdad, pero él no quería comparar cada cosa con algún caso romántico en su cabeza porque podía llegar a ser ostioso y hasta deprimente

Entonces ahora que ya después de diez minutos caminando Tj se encontraba en la entrada de la escuela, se detuvo a colocar otra canción y entrar con el mejor ánimo posible. Tenía el pensamiento de que si ponía todo su entusiasmo lograría tener un buen día. Así que con una sonrisa y como de costumbre agarrando las correas de su mochila entró y se dirigió a su casillero.

Había un presentimiento y aura positivos respecto al día de hoy y Tj quería exprimirlos al máximo.

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Secó su frente con el borde de su camiseta y se dirigió a la banca a tomar algo de agua. La verdad era que la práctica había estado a otro nivel de exhaustiva y el partido logró que se cansara aún todavía más y hasta llegaba a pensar que le había subido algo la presión.

"Hermano, partidazo, ¿huh?" Dijo Reed, sentándose a su lado mirando cómo algunos chicos seguían en la cancha con el balón.

En realidad, Reed ni jugaba Baloncesto (ningún tipo de deporte atlético, más específicamente) y estaba ahí esperando a Tj porque en unos minutos tenían que quedarse un rato en la biblioteca a planear lo que harían. Sinceramente Tj estaba demasiado cansado como para tener más fuerzas de quedarse dos horas adicionales, pero era el trabajo que tenían que entregar en unos días y no podía ser tan egoísta de simplemente irse cuando el resto de su grupo se quedaría. Así que con un una bocanada de aire y un pequeño empujón se puso de pie, despidió de sus compañeros de equipo con la mano y se fue junto a Tj del gimnasio.