LA FELICIDAD SEGÚN PLATÓN

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Módulo: Problemas éticos

Actividad: Ensayo de la felicidad según Platón

INTRODUCCIÓN

La historia de Occidente como la conocemos, no podría ser entendida sin la figura que representó Platón, uno de los más grandes filósofos de la historia, y el encargado de hacernos llegar todo el pensamiento socrático hasta nuestros días. Numerosos fueron los temas que abordó Platón a través de su filosofía, entre los más importantes, están el amor, la virtud, la justicia, y el tema que aquí nos reúne: la felicidad. Todos, usualmente tratados desde su perspectiva del idealismo que mencionaremos a continuación.

La dinámica de enseñanza de Platón, siempre funcionó a través de los diálogos. En ellos, pone a su maestro Sócrates, como protagonista, a establecer un diálogo con otros filósofos de su época, siendo el maestro quien tiene la última palabra acerca de ellos, en él se expone la cumbre de los pensamientos que se contraponen a lo largo de la conversación. No existe un diálogo específico acerca de la felicidad de parte de Platón, sin embargo, donde más nos habló acerca de su pensamiento de la felicidad, fue el Menón, el diálogo acerca de la virtud.

A continuación, y atendiendo a lo que nos dice el Menón y algunas otras ideas asiladas, iremos analizando el pensamiento platónico de la felicidad y cómo podemos aplicarla a nuestras vidas de una manera ética.

ÉTICA PARA LA FELICIDAD

Como ya habíamos abordado en la sección Ética y Política del trabajo número 2 de este portafolio; Platón nos dice que la justicia es el fin tanto de la Ética como de la Política, al analizar un modelo de vida ética, analizamos el cuerpo político perfecto. Debido a que Platón es muy idealista, tiene un modelo de ética que reside mucho en el campo intelectual, nos afirma que el mero conocimiento de lo que es bueno nos lleva a la bondad; así que la maldad es más bien entonces un asunto de ignorancia de lo que nos conviene. La felicidad es cuando el hombre puede contemplar las esencias de las ideas de Dios. Se trata de ver con el intelecto, más allá de los sentidos. El bien moral coincide con la felicidad: Si queremos el bien es porque es bueno, no sólo para la ética, sino para nuestra propia felicidad. De esta forma, lo que persigue la Ética es la felicidad del individuo, y lo que persigue la Política es la felicidad del cuerpo político.

Para poder entender este camino a la felicidad, Platón nos dice que debemos de alcanzar la virtud, con la cual nos identificaremos con los dioses.

LA VIRTUD

En griego, esto quiere decir excelencia. Para entender qué son las virtudes para Platón, primero hay que entender cómo es el alma para él:

Nos dice que la estructura del alma se parece a un carruaje que lleva dos caballos alados. El conductor del carruaje es la parte racional, aquel que debe de guiarnos. El primer caballo es noble, fiel y valeroso, mas necesita ser guiado por la razón, este es la parte irascible. Al segundo caballo le gusta el vicio y los placeres carnales, este es la parte concupiscible. Para que el carruaje funcione correctamente, debe ser guiado de una manera muy específica: utilizando la virtud.

La Ética es la armonía del alma, y se alcanza así: la parte concupiscible funciona de manera virtuosa al ser gobernada con moderación, con templanza, ésta es su virtud. Para la parte irascible, su virtud es la fortaleza, y ser sometida a la razón. La parte racional debe de gobernar sabiamente a través de la prudencia. Por tanto, la parte concupiscible debe subordinarse a la irascible, y esta otra, a su vez, subordinarse a la parte racional. Al logro de esta armonía, se le llama justicia.

Quedamos con cuatro virtudes entonces, que, si provenimos de un hogar católico es muy posible que ya hubiéramos escuchado de ellas. Son las cuatro virtudes cardinales: Prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Con ellas llegaremos a la armonía del alma. Este será el camino a la felicidad.

INTELECTUALISMO ÉTICO

Como observamos, la ética consiste en alcanzar la armonía del alma y la política en la armonía o justicia social. Así que, en sociedad, deberíamos acomodarnos de acuerdo a qué parte del alma domina en nosotros: Quienes tienen una parte concupiscible dominante, deben ser productores; quienes tienen una parte irascible dominante deben ser guardianes; y en quienes domine la parte racional, deben ser los filósofos gobernantes.

Un ciudadano sólo puede alcanzar la virtud en relación a otros, la labor ética y política son inseparables. El fin de las virtudes es la armonía, que depende del conocimiento que tengamos del mundo y de nosotros mismos. Y es sólo en esa armonía que alcanzaremos la felicidad.

CONCLUSIONES

Así es como comprendemos que:

· Para Platón, la felicidad está en la Ética.

· La Ética y Política son inseparables.

· Una persona feliz indica una sociedad feliz.

· Llegaremos a ella por medio del conocimiento de lo que nos conviene.

· Para lograrlo necesitamos alcanzar un estado de armonía en nuestra alma.

· Al estado de armonía alcanzado se le llama virtud.

· La virtud se logrará sintonizando las diferentes partes del alma.

· A la armonía de la parte concupiscible se le llama templanza.

· A la armonía de la parte irascible se le llama fortaleza.

· A la armonía de la parte racional se le llama prudencia.

· A la armonía general del alma se le llama justicia.

· La justicia es el fin último de la Ética como de la Política.

· Es en la armonía general del alma, en la justicia que reside la sabiduría, la felicidad.

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