Capítulo 05: ¿Y si era mentira?

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Era septiembre y Amanda ya había comenzado las clases. No era tan duro como pensó que sería, aunque tampoco eran un juego de niños. Lo bueno es que a ella le gustaba estudiar, así que no tenía problema con ello. Lo único que la complicaba era la actualidad nacional, ya que debía aprenderse el nombre y cargo de cada persona en el gobierno de España.

Aún no había hecho amigos entre sus compañeros de clase, pero sí eran amables con ella, excepto un pequeño grupo que la miraba mal por venir del extranjero, aunque ella decidió ignorarlos. Probablemente pensaran que ella venía de alguna jungla perdida en Sudamérica, y eso solo le hacía gracia a la chilena.

Cada día que pasaba estaba más convencida de que Rubén no la llamaría y eso la había puesto algo triste durante algunos días pero, con el pasar del tiempo, le restó importancia. De todos modos, ya lo había conocido, habían pasado juntos como una hora riendo y conversando y quizás se encontraran casualmente por la ciudad mientras ella siguiera allí y la reconocería. O tal vez no, pero no era razón para estar triste. Solo era un chico, de todas formas, y de esos había muchos. Aunque, había que aceptarlo, no habría ninguno como él.

Una tarde, luego de una agotadora clase de entrevista en la universidad, Amanda llegó a su casa algo molesta. No le había ido bien y eso la frustraba mucho. Decidió distraerse y revisó el celular. Tenía un par de llamadas perdidas de un número desconocido y un mensaje que decía "Hola, soy rubius. Perdona por no llamar antes. Salimos? :P". Amanda comenzó a temblar de la emoción y dio un salto de alegría. Toda la mala energía que había traído de la universidad se esfumó como por arte de magia y se transformó en felicidad y emoción. Respiró un par de veces para calmarse y se sentó a pensar qué responderle.

Primero escribió "Claro, cuando quieras :)", pero pensó que la haría parecer demasiado fácil y no quería dar esa impresión. Borró el texto y escribió "Claro, qué día puedes?" pero era demostrar demasiado interés y volvió a borrar. Tampoco quería parecer una desesperada. Finalmente se decidió y escribió "Claro, puedo el vierness en la tarde, después de clases como a las 5. Nos vemos ese día? :)" y lo envió. Era concreto, mostraba interés pero no demasiado y dejaba en claro que ella era la prioridad y no juntarse con el chico.

Esperó expectante y la respuesta le llegó en menos de un minuto "Perfecto. Juntémonos el viernes frente al Mercadona a las 5.30 :D". Amanda texteó un ok! y lo envió. No podía creerlo. De verdad se iban a juntar.

El miércoles pasó muy rápido y el jueves llegó y se fue sin que se diera cuenta. La mañana del viernes, Amanda sentía mariposas en el estómago. Se despertó muy temprano, se duchó, se puso un vestico color verde agua y unas zapatillas vans del mismo color. Cepilló su pelo que era un poco ondulado y se hizo una media cola que amarró con una cinta blanca. Se puso un perfume suave, un brillo de labios discreto, tomó su mochila y se dio un último vistazo en el espejo. Le gustaba lo que veía. Era natural pero coqueto, y el color le daba un aire algo etéreo. Se sonrió a sí misma y salió a la universidad.

Ya a las 16:55 de la tarde, Amanda estaba muy nerviosa, casi no podía prestar atención a lo que decía el profesor. Esperaba que no le preguntara nada, porque en ese momento no tenía cabeza ni para acordarse de cómo se llamaba el presidente de Chile, mucho menos el de España. Por fin, la hora de salida y la chica salió atropelladamente junto a sus compañeros. Al abandonar el campus, tomó aire y se peinó el cabello con las manos. Comenzó a caminar tranquilamente con una gran sonrisa en la cara.

A las 17:25 llegó frente al Mercadona y se quedó de pie, esperando a Rubén. Las 17:30 llegaron... y pasaron. Amanda comenzó a preocuparse. 17:35 y nada. 17:40, Amanda miró el celular, pero no había ni mensajes ni llamadas perdidas. 17:45 y la chica ya había perdido toda esperanza.

¿Acaso Rubén estaba gastándole una broma? Quizás solo la ilusionó con esa salida. Quizás estaba mintiendo y no quería salir con una seguidora ¿De verdad él sería tan cruel? Aunque, claro, quién querría salir con ella. Nadie, mucho menos un chico famoso como él.

Que tonta, pensó Amanda. Que tonta soy.

Lentamente comenzó a caminar un poco decepcionada y muy triste. Entonces, una voz la hizo cambiar su ánimo radicalmente.

-¡Amanda!

Rubén venía casi corriendo a su encuentro. La chica se dio vuelta y se encontró cara a cara con él.

-Dis... disculpa el retraso... mental -le dijo Rubén recuperando el aliento. Amanda se rió en silencio. Rubén tomó aire un par de veces y la besó en ambas mejillas, cosa que la chica agradeció nuevamente en su interior -me demoré más de lo esperado en editar y subir un vídeo. Lo siento.

-No importa -respondió Amanda sonriente -lo bueno es que llegaste. Casi creí que no vendrías.

-Pues ya estoy aquí -dijo él parándose derecho y subiendo el dedo pulgar de su mano derecha- Ven, sígueme.

Rubén se puso a caminar y Amanda le siguió a su lado, sonriente pero sin demostrar su emoción.

Salseo con Rubius [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora