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El sonido cautivador de la alarma de Audrey la despertó de muy mal humor, cabe decir que cautivador es irónico, a ninguna persona de este grandisimo mundo le despertaría alegre la alarma.
Estiró los brazos, sin abrir aún los ojos. Frotó su cara con las manos y por fin, abrió los ojos. Lo primero que vio fue el techo, pues estaba boca arriba tumbada en la cama. Con la mano buscó en la pared el interrumptor de la luz, se llevó varios segundos hasta que dio con el. La luz cegadora hizo que volviese a cerrar los ojos rápidamente, volvió a frotarse los ojos y al abrirlos ya le era fácil ver. Se levantó como pudo, pues estaba liada en la sábana. Se metió en el cuarto de baño, hizo sus necesidades y lavó su cara. Miró la hora y rápidamente cogió ropa para vestirse, algo normal, unos vaqueros azules, una camiseta negra y unas deportivas adidas con el filo en verde. Cogió su bolso y guardó móvil, cartera, llaves de la casa, llaves de la motocicleta, y cogió el casco. Salió de la casa apresuradamente y se dirigió a su vehículo. Cerca había un chico con el cual casi se choca si no se hubiese fijado que el estaba ahí. Por las prisas, no pudo admirar a ese hombre, pero de lo que estaba segura era de que tenía un pelo bonito y era muy alto. Arrancó la moto y se fue rápido, llegaba tarde al trabajo.

Al llegar, disculpándose con todos, se puso el delantal y empezó a hacer quehaceres del restaurante. Era un restaurante, bar, cafetería. Lo tenía todo. Por eso era tan famoso, a parte del buen trato que tenían los empleados con los clientes, la buena comida y bebida que se servía. Era todo un lujazo el sitio.

Empezaron a llegar clientes, y Audrey sonrientemente atendía a todos.

A la hora del almuerzo, entraron un grupo de hombres. Audrey reconoció a uno de ellos, era Chris Evans, lo conoció en un rodaje que el hizo en Londres, vino a este mismo establecimiento y entre ellos entablaron buenas conversaciones cada vez que Evans iba ahí.
Se sentaron un poco apartados de todos, hace poco este sitio hizo reformas y pusieron una planta arriba, para más intimidad a las personas. Quien quisiera podría estar y no se les era molestados con el ruido que había en la planta de abajo. Si querían que te sirvieran, llamaban por un interrumptor que había y el empleado subía.
Audrey se acercó a ellos.

-Buenas tardes -Chris la miró y le sonrió- Como es normal, debo decirles que disponemos de una parte arriba que es privada. Solo deben decirme si quieren y les llevo allí.
-Audrey, sigues aquí. Y creo que si nos vendría bien ir a la planta alta, aquí ya nos están mirando mucho. Capitán América es reconocido en todos lados -todos los de la mesa rieron al igual que Audrey.
-Bien, culo de América, acompañenme.

Avisé a Cristina y Harry de que habrían personas arriba.
Todos le siguieron a través de unas escaleras, Chris iba a su lado.

-¿Aún recuerdas este sitio? -dijo mirándole.
-Como para olvidarlo, si hacen la mejor comida de Londres. Y como para olvidar las conversaciones que tuvimos aquí.
-Espero que vuelva a ser de tu agrado este sitio. Bien, aquí es. Pueden elegir la mesa que deseen. Y para pedir cualquier cosa que necesiten, pulsan este interruptor que hay en cada mesa y alguno de nosotros subimos a atenderles.
-Pues yo pido que nos atiendas tu.
-Pues os dejo decidir, cuando lo tengáis todo listo, llamáis y subo.

Audrey bajó a seguir atendiendo.

Mientras...

Con Chris, y sus compañeros...

-¿Qué nos recomiendas Chris? Tu que ya has venido. O Tom, tu que eres el británico aquí, recomiendanos. -dijo Robert Downey.
-Serpherd's pie, Jacket potatoes -dijo Tom.
-Tambien sirven comida de otros países. Podéis escoger lo que queráis, pero a mi me gusta mucho la lasagna que preparan aquí.
-Bien, yo ya se que quiero -dijo Scarlett.
-¿Y tu, Jeremy?
-Serpherd's pie, como dijo Tom.

Tom pulsó el interruptor, con ansias de volver a esa chica que Chris conocía. No había podido quitarle la vista de encima, era hermosa. Quizás alguien de los que estaban presentes se diese cuenta...Scarlett.
Al momento, Audrey subió con un cuaderno en sus manos y un bolígrafo.

-Bien, pues decidme que habéis decidido tomar. -dijo Audrey mirando a todos.
-Serpherd's pie, por favor -contesto Jeremy.
-Lasagna -dijo Chris.
-Tu como siempre -dijo Audrey riendo.
-Mmm ¿tienen shawarma?
-Si, claro.
-Pues eso pediré yo. -Dijo Robert.
-Hamburguesa -contestó Scarlett.
-Mmm yo pediré croque provenzal. -dijo al fin Tom. Audrey le miró y por un segundo pudo perderse en sus azules ojos, pero profesionalidad ante todo.
-Bien, cuando esté todo lo traigo. ¿Algo de beber?
-Mmm ¿champagne? -preguntó Robert.
-Si -contestó Jeremy.
-Vale, eso lo subo ahora mismo.

Audrey se fue del sitio y dejo la orden al cocinero. Bueno, había más de uno, 7 en total. Al momento, subió con una botella de champagne en una mano y en la otra una bandeja con 5 copas.

-Aquí tenéis. Que aprovecheis la bebida. En nada les subo la comida.
-Muchas gracias, señorita. -dijo Robert.
-¿No puedes quedarte con nosotros, Audrey? -dijo Chris mirándola.
-Lo siento pero no, no quiero que me despidan por ti -dijo Audrey riendo.
-Oh venga. ¿Qué día tienes libre?
-Mañana
-Pasa la tarde conmigo -dijo Chris mirándola con una cara muy tierna y adorable.
-Vale. Pues mañana, a petición de capi, tendré que salir con él. Y ahora, con permiso, debo seguir trabajando, me quitas mi tiempo Evans
-Chico, mira como tienes a la señorita, callate ya hombre -dijo Robert.

Audrey se fue riendo de ahí, con la mirada de Tom tras de ella, pues la miraba mucho. Nunca le había pasado eso con nadie, quedarsele mirando mucho tiempo, estar nervioso, hablar poco.

-Tom, tío, ¿estás aquí o en tu mundo? -preguntó Jeremy.
-Eh si perdón, estaba pensando
-¿En qué o quién? -preguntó Scarlett mirándole.
-En que, la película...mmm...a quien quiero engañar. En la camarera -confesó Tom avergonzado agachando la cabeza.
-Ven mañana conmigo y ella, que alguno de estos me llamen y os dejo solos. -Dijo Chris mientras miraba a Tom.
-Oh, no, claro que no. Mañana voy con mi madre y mis hermanas.
-Otra vez será.

A los minutos Audrey subió con dos bandejas en las manos con los platos de comida.

-A ver, lasagna para el culo de america. Mmm, hamburguesa para Scarlett. Shawarma, Robert. Seroherd's, Jeremy. Y croque provenzal para Tom. -Audrey hizo una sonrisa a este último.- Que aprovecheis, cualquier cosa, ya saben, interrumptor.

Audrey volvió a bajar y los 5 empezaron a comer. Siguió atendiendo las demás mesas, sin parar de pensar en el hombre de ojos azules, pelo claro y un poco rizado. El chico con el que casi choca esta mañana.
Tom Hiddleston. El famoso Loki. Hermano de Thor.
Su mirada me ponía nerviosa y notaba cada vez que me miraba pero Chris me hablaba y se me iban los nervios.
Gracias Chris.

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Nota de autor: Audrey es la chica de la foto.

Don't leave me // Tom Hiddleston Donde viven las historias. Descúbrelo ahora