––No puede ser... Y-Yo…
Al segundo siguiente de que procesé con totalidad sus palabras, llevé mis dos manos a mi vientre acariciándolo con suavidad, cerrando mis ojos con fuerza y preguntándome cómo es que no lo había visto venir, tantas náuseas y tanto dolor solo podían significar que me estaba acostumbrado, mi organismo se adaptaba para el pequeño que crecía en mi interior.
––¡¿ME ESTÁS JODIENDO?! ––Oí distante la voz de Jackson, él se alejó de Eun Bi y de mí, caminó a lo largo de toda la habitación y al segundo siguiente Lay entró corriendo, preocupado por lo que estuviera causando que el Alfa se altere de esa forma.
El ambiente no tardó en llenarse de las feromonas de Jackson, olía mal, algo que al inspirar lo sentías hasta en la boca y te llamaba a querer vomitar, o quizás solo era yo. En serio necesitaba una cubeta o algo, no podía aguantar tantas nauseas golpeándome como retorcijones que solo lograban hacerme encoger más en mi pequeño espacio.
––¿Qué sucede? ¿Qué pasó, Jackson?
––Apestas, estúpido. ––Eun Bi acercó su mano a su nariz, cubriéndola del aroma que cada vez se hacía más fuerte.–– Joder, Lay ¡Llévatelo! Parece tóxico.
Sorprendentemente, Lay obedeció y aunque no lo vi, escuché los pasos fuertes y duros de Jackson y del otro Alfa, para luego oír una puerta cerrándose con fuerza. Suspiré entonces, liberando todo el aire que ni siquiera sabía estaba aguantando, apoyando mi cabeza en la pared, cerrando los ojos por un segundo.
No hacía falta sumar dos más dos para saberlo, estaba esperando un hijo de Taehyung.
Y aunque sentía a mi Omega enloquecer de felicidad en mi interior y esas enormes ganas de sonreír al imaginar un pequeño bebé idéntico a ese hermoso Alfa, la parte racional de mi cabeza me recordaba donde estaba, con quienes, el peligro que aún corría y como este aumentaría una vez Jackson se tranquilice.
––¿En serio no lo sabías? ––Oí la calmada voz de la chica que aún continuaba en la habitación y me cuestioné si debía contestarle, pero al recordarme que me salvó de un trauma del cual seguro no saldría cuerdo, pensé entonces que quizás se merecía el beneficio de la duda.––No. ––Murmuré, mirándola por el rabillo de mi ojo derecho.–– No debe estar tan grande... Menos de un mes ¿No?
––No puedo saber eso, lo siento. ––Eun Bi se colocó de cuclillas a mi lado, mirándome con curiosidad.–– Solo sé que estás esperando un cachorro, eso es lindo ¿No? ¿Es de ese chico? Uh ¿Taehyung? ¿Era así?
––Sí. ––Aunque aún me encontraba alerta, me atreví a observarla directamente, dejando que las palabras salieran de mi boca sin siquiera pensarlas.–– ¿Me puedes traer ropa? Tengo frío.
Carajo.
La verdadera razón ni siquiera era el frío, sino la humillación de mi desnudez en un espacio en donde sentía cualquier cosa menos comodidad. Por un segundo, me imaginé que los Omegas que servían para el tráfico de personas deberían vivir así ¿No? Como animales, totalmente desnudos, esperando que llegue alguien que los quiera usar como juguetes de todo tipo.
––Claro. ––La dulce voz de Eun Bi me sacó de mis pensamientos, sorprendiéndome por lo amable que sonó.–– Igual Jackson seguro tardará en calmarse, déjame traerte algo de la ropa de Lay, creo que él queda mejor con tu contextura.
Su suave mano se paseó por mi cabello y luego se levantó, marchándose. La miré hasta que desapareció por las escaleras y entonces volví a observar justo al frente de mí, sin haber soltado mi abdomen en ningún momento, cerré los ojos, seguro a Taehyung le emocionaría mucho saber que las pastillas de Namjoon han fallado. Quizás me besaría, me cargaría y me daría vueltas como en las malas novelas cursis, aunque en este caso yo moriría de amor, no de lo jodidamente empalagoso que sonaba, sino de lo malditamente mágico que era.
También nos imaginé eligiendo nombres, a Minki hablándole a su pequeño hermano o a su pequeña hermana, defendiéndole de absolutamente todos tal y como lo hizo conmigo. Él sería el mejor hermano mayor del mundo.
Oí golpes provenientes del lugar donde Jackson y Lay habían entrado, pero ni siquiera voltee a ver, solo protegí mi abdomen y cerré los ojos, hasta que escuché los pasos suaves de Eun Bi y alcé la mirada encontrándome con ella cargando ropas en una de sus manos y una cubeta en la otra.
––¿Qué...?
––Tienes nauseas ¿No? Has estado aguantando arcadas desde que llegué, así que si lo necesitas puedes hacerlo aquí. ––Dejó la cubeta a mi lado, entregándome la ropa.–– ¿Eso está bien? ¿O deseas algo más para el frío?
Negué suavemente, recibiendo las prendas y empezando a vestirme tan rápido como podía, aún mis extremidades no cedían, las sentía entumecidas por los largos minutos que pasé encogido ahí hecho un ovillo, sin embargo logré colocarme el pantalón y mis zapatos, después poniéndome la camiseta y cubriendo bien mi vientre.
«Mi bebé», me dije, «nuestro pequeño bebé está aquí. Es nuestro, Taehyung.»
––Gracias. ––Sobé con mis puños mis ojos, apartando los restos de lágrimas secas que me impedían verla bien. Eun Bi era muy hermosa y aunque me estaba tratando con tanto cuidado, recordaba muy bien el modo como le habló a Jackson y me imaginé que ella tampoco era la perfecta Omega a la que el mundo estaría acostumbrado.
––No agradezcas. ––Bufó, cruzándose de brazos y dándole una mirada a la habitación donde estaban Jackson y Lay, hacía ya un par de minutos que no se oía nada.–– Es mi deber arreglar los desastres de Jackson.
––¿Ustedes... Son...?
––¿Hermanos? ––Negó ligeramente con la cabeza.–– Hermanastros, supongo, mi madre se hizo la Omega de su padre, así que no tenemos ni el mismo apellido. No hay lazo sanguíneo, si eso te preguntas. ––Bajé la mirada, ella no se veía muy contenta hablando de ello.–– Por eso somos... Un tanto diferentes físicamente.
––Y por dentro también.
––Eso supongo. ––Noté su mirada triste antes de que ella me observara y acariciara mis cabellos de nuevo, peinándolos un poco.–– Me encantaría dar ahora el discurso diciendo que él no siempre fue así o ese tipo de cosas, pero no puedo mentir, Jackson siempre ha vivido a base de su propio beneficio. Eres la viva demostración de que no le interesa lo que sientan los demás.
––¡Con un carajo, Jackson! ¡Deja de pensar como un estúpido psicópata!
––¡Lárgate de aquí si no quieres que te destroce a golpes,Lay!
Los fuertes gritos de ambos Alfas nos sacaron de nuestra conversación a susurros, luego de eso vimos a Lay salir de la habitación, golpeando la puerta nuevamente al cerrarla, soltó un gruñido junto con una maldición, pasando sus manos por sus cabellos, tirando de estos con frustración. Eun Bi me miró, entonces me sonrió suavemente, al parecer intentando darme tranquilidad.
––¿Qué pretende? ––Preguntó entonces la Omega.
––Tu hermano es un imbécil ¿De acuerdo? Un completo animal. ––Sí, estábamos de acuerdo.–– Está colérico, no me escucha, tuvimos una pelea en la que casi me golpea con un madero que encontró. ––Gruñó, dirigiendo su mirada a mí, intimidándome cuando se fue acercando, a paso acelerado.–– ¿Sabes qué quiere? ¡Golpearte! ¡Quiere matarte el puto hijo a golpes! ¡Eso quiere!
Chillé. Un chillido agudo, asustado y extremadamente ruidoso, Eun Bi al instante se acercó a mí y acarició mi espalda, pero me bloquee por los segundos siguientes, no era como si no lo hubiera pensando, ni como si no considerara la mínima posibilidad, pero oír que deseaban matar a mi bebé y de Taehyung asustó tanto al Omega en mi interior que no pensé, Eun Bi acercó la cubeta a mí y vomité en esta. Solté todo lo que no había soltado desde que se llevaron a Minki.
La mano de la Omega continuó acariciando mi espalda y oí a la distancia su voz, pero no funcionó, no hasta que me sentí tan vacío que solo escupí y alejé esa asquerosidad de mí casi pateándola, aunque ella ayudó mucho a que no termine cayéndose. Me mantuve jadeando por aproximadamente un minuto, hasta que por fin fui volviendo a la realidad.
––Jungkook. ––La oí entonces.–– Jungkook, cuenta conmigo. Hasta diez ¿De acuerdo? Diez. ––Esperó a que mis ojos se conecten con los suyos, entonces inició.–– Uno.
El hermoso Alfa que conocí en aquella galería de arte.
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The Perfect Omega Taekook/Vkook
FanficCuando eres la perfecta definición del Omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar al amor de tu vida. Jeon Jungkook tiene veinte años, un hijo de tres y un lazo roto debido a su ingenuidad ¿Qué Alfa querría encargarse...