Capítulo 1

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- Saudade -resumió la niña, balanceando los pies mientras contemplaban la inmensidad del océano que se extendía bajo ellas.

- ¿Saudade? -preguntó extrañada su acompañante, observando con curiosidad el rostro de la menor.

- Cuando hechas mucho de menos, tanto que llega a doler y te dan ganas de llorar de tristeza porque te acuerdas de los momentos más simples, las situaciones más idiotas, las personas... -empezó a decir, con la mirada perdida- Y te sientes fuera de lugar, como en una jaula, maniatado, preso, con falta de libertad... Ese sentimiento se llama saudade. Viene del portugués, y no tiene una traducción específica. La palabra en sí la tiene, pero lo que representa seguramente no.

El silencio se extendió tras aquellas palabras, dejando un vacío más allá del infinito que sobre ellas estaba, mientras las estrellas escuchaban los deseos que ambas susurraban bajo su titilante luz. Aquella noche, bajo los astros y las constelaciones, ambas chicas compartieron sus más profundos pensamientos, dejando caer recuerdos desde sus labios hasta las profundidades del océano.

Pataleo el aire mientras observo el techo con frustración, no sé cómo proseguir la historia y eso me da rabia. Al menos he conseguido llegar a un punto crucial, tengo pensado que dentro de poco la pequeña Cindy descubra su verdadera identidad, pero no tengo ni idea de cómo lograr llegar a ese momento. Me siento impotente, siempre me pasa cuando no sé como seguir una historia y no quiero acabar como siempre, tener otra idea para escribir una nueva novela y acabar dejando la historia que estoy escribiendo en "el cajón de las historias que nunca llegué a terminar".

Suspiro y cierro los ojos, a pesar de que escribir es una de mis pasiones, siempre acaba dándome jaqueca por tanto darle vueltas al asunto. Un cosquilleo en mi mejilla me hace reír, abro los ojos y me encuentro con mi pequeña Rayis, una gata de pelaje atigrado con una raya oscura que surca su lomo y a la cual rescaté de la calle hace mucho tiempo. Le acaricio el lomo con dulzura, pero ella no para de darme cabezadas en la muñeca, donde tengo el reloj. Frunzo el ceño y observo las manecillas del aparato, me incorporo con rapidez, sobresaltada.

- ¡Dios mío! ¡Voy tarde!

Corro a ponerme los zapatos y me hago una coleta rápida, juro que si no tuviera a Rayis capaz que me olvidaba de coger el bus para ir a clase. Salgo como un torbellino mientras me pongo la mochila a la espalda y termino de engullir la tostada que mamá me había dejado preparada. Obvio el lento ascensor y bajo por las escaleras lo más rápido posible, agradezco al Señor por tener la parada cerca de mi casa y no tener que llegar andando, si no me desmayaba a mitad de camino.

Mi autobús está a punto de marcharse, por lo que acelero la carrera y llego justo antes de que el conductor pueda cerrar las puertas del vehículo. Doy unos toques en el cristal entre jadeos y el hombre me deja subir con pesar, parece que no soy la única que ha llegado tarde a coger el bus. Entro con las piernas convertidas en gelatina, no es que sea una amante del deporte ni mucho menos, pero soy de esas que hace maratones (de películas) con la comida como único acompañante.

Me siento junto a la ventanilla intentando recuperar el aire perdido, aún siento a mi corazón latir como loco y mi respiración sigue siendo entrecortada. Me encuentro con mi propio reflejo, una chica de diecisiete años con el pelo rubio ceniza algo despeinado y los ojos marrones. Nada relevante ni que destaque, bueno, como mucho las pecas que recorren mi nariz pero no mucho más. Me auto-regalo una sonrisa e intentó mejorar un poco mi aspecto, haciéndome mejor la coleta.

Saco el móvil y me pongo los auriculares, dejando que la música de mi grupo favorito me termine de tranquilizar. Cierro levemente los ojos y me dejo mecer por el sonido de las voces, siguiendo el ritmo de las canciones tamborileando los dedos sobre mi pierna y dando leves toques con el pie en el suelo. Tarareo las partes de rap, pues si intentara cantarlas se me enredaría la lengua y tendría un lapsus mental. Intento cantar en susurros las partes más vocales, aunque dudo que tenga buena pronunciación coreana, y seguramente pareciera que estoy invocando a algo.

~ Azar [BTS] ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora