A la mañana Eleonor se despertó con el sonido de su teléfono.
Vio a Helena recostada sobre su pecho, la abrazaba, empezó a acariciar su rostro, apartando su cabello.
Tal vez eso podría funcionar.
Mientras pensaba, recordó su teléfono que sonaba con insistencia.
Lo tomó y contesto.
Eleonor—¿hola?,¿papá?—
Roman—¡Eleonor!,¡estaba muy preocupado por ti!,¡no me contestaste en todo el día!—
Eleonor—lo siento, mi teléfono esta sin carga.
Roman—¡tu madre te ha llamado a la casa y nadie contesta!¿donde estas?—dijo con preocupación.
Eleonor—eso no importa ahora papá, ya me voy—
Roman—mandare a Ross por ti—
Eleonor—no papá, me encuentro bien, solo iré a la tienda por recados y me iré a casa—
Roman—te espero, en casa—
Eleonor—¿estas en casa?—dijo enojada.
Roman—si— Eleonor se separó de Helena cuidadosamente y se puso su pantalón, se levantó y se metió al baño.
Eleonor—¿porque?¿que ocurre?—
Roman—tengo que hablar contigo—
Eleonor—¿que pasa?—
Roman—solamente ven Alicia, te espero aquí—
Eleonor—Eleonor, papá—
Roman—lo lamento, es que estoy preocupado por ella, esta de parto en Boston—
Eleonor—¿y?—
Roman—¡estoy en casa en vez de estar allá con ella!, ¡espero que vengas de inmediato Eleonor!¡que me estas tocando los nervios niña!—dijo molesto.
Eleonor—¡bien!¡ya me voy!—
Le colgó y suspiro frustrada.
Salió del lugar y la miró, realmente linda, pensó, luego busco sus zapatos, se los puso, se puso su sudadera y se fue.
Bajo las escaleras con sumo cuidado y llegó a la sala, donde todos los chicos se encontraban tirados roncando, Zach se encontraba durmiendo entre las piernas de Theo, en su pecho, mientras este dormía abrazado a el, apoyado sobre el sofá.
Mientras que Dean y Luka, estaban tirados por el piso.
La tv se encontraba prendida, así que la apago.
Luego de eso se fue, y camino hasta llegar a su casa, donde su padre y Todd, la esperaban.
Roman—¿donde estabas?—
Eleonor—eso no importa, ¿que quieres decirme?, que estaba muy ocupada en otros asuntos—
Roman—Eleonor, no me encuentro de acuerdo en que te desaparezcas una semana—
Eleonor—¡soy una alumna ejemplar!,¡puedes ver mis calificaciones!—dijo a la defensiva.
Roman—pues si, lo eres, sin embargo, tu registro de asistencia es muy importante para tus notas—
Eleonor—ya lo se...—
Roman—¡no puedes asistir cuando se te de la gana!,¡estoy harto!—
Eleonor—¿y que piensas hacer al respecto?—dijo de brazos cruzados.
Roman—¡te vendrás conmigo a Boston!—
Eleonor—¡no lo haré!—
Roman—¡no me dirás que no señorita!¡vete a tu habitación!—
Eleonor—¡ya voy!—