Un lugar a la nada.

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Me llevo al menos una hora recorrer por quinta vez la calle que estaba en la dirección del sobre mi mano estaba sudada y pintada en el reverso de este, todas las edificaciones que se alzaban sobre mi cabeza no daban señal de estar ni cerca de mi destino, sin contar la carencia de almas por el lugar, a mi vista el sol estaba por terminar su turno de guardia para dar paso a su amante y mi madre la luna. Sola, desesperada y sin mucho en que pensar me detuve a la mitad de la calle, esos deseos suicidas que nunca había tenido empezaban a florecer. Bmi mochila y la tire sobre un pasto cuidadosamente podado e hidratado por las regaderas internas, un borde de ladrillos decorativos fueron mi soporte, suspire pesado mientras el vapor del suspiro calentaba mi rodilla cercana, tenía la cabeza entre las piernas mientras miraba un camino de hormigas que habían entre las líneas divisorias de la acera, de repente las puntas de unos zapatos bien lustrados hicieron encontrar mis ojos en ellos, alce mi cabeza, un pantalón azul oscuro me llegaban a uno cintura con una gran riata que guardaba una pistola negra e intimidante y al otro extremo un radio, seguí mi camino hasta llegar a su pecho una placa dorada brillaba por si sola los rayos de sol solo se reflejaban en sus lentes oscuras, el sujeto masticaba un chicle que llevaba de un lado a otro haciendo que su mandíbula se notara más cuadrada y desafiante, me levante rápido como si una polea empujara hacia arriba mi cuerpo.

– ¿Cómo te llamas? –Pregunto con voz rígida, fuerte y gruesa , metálica como si de un robot se tratara mientras cargaba sus manos en su cintura como jarra y separaba un poco sus piernas una al lado de la otra.

– ¿Cuál es tu nombre soldado? – Cuestiono insistente con voz fuerte como en el ejército, bien, yo nunca había estado en el pero solia ver película con los chicos de diferentes géneros y esto parecía una escena sacada de una de ellas. Con la mano casi temblando quite el pasamontañas para empúñarlo en mi diestra, su expresión se suavizo un poco, pero mantuvo el porte recto y la mandíbula tensa.

– Allison Smith, Señor – Respondí bajando la mirada, era culpable sin duda al bajar la cabeza, pero no tenía más para ofrecerle.

– Allison ¿Te diriges a algún lugar? Veras, recibí algunas llamadas me informaron de un chico que lleva aproximadamente unas 2 horas caminando sospechosamente la zona, has alarmado a las personas que viven cómodamente aquí. 

El oficial lanzo un par de miradas alrededor y luego dio dos pasos hacia atrás para poder inspeccionar mejor mi aspecto, rápidamente maldije y pensé que era un chico sospechoso en búsqueda de una casa vacía para asaltar, suspiré apretando los ojos manteniendo a cabeza gacha.

– Lo siento –murmure en forma de suplicas entre mis dientes, si algo me era tan intimidante en mi vida era un oficial de policía, les temía a decir verdad y era un miedo infundado en todos los hogares de paso por los que había vivido en los últimos años, el quito sus gafas dejando ver sus ojos azules hipnotizaste desgastados por el tiempo y sus ojeras imponentes que hacían resaltar más aquellos llamativos ojos.

– ¿Entonces, me dirás que haces a estas horas alarmando a los norteños? – Insistió, puedo decir que se esforzó por dibujar una sonrisa que al final no resulto. Sin medir palabras, extendí a él el sobre sobre la cual estaba la dirección escrita con letra clara, redonda y muy peculiar. El oficial todo el sobre, leyó la dirección y luego volvió la mirada a mí, inspecciono una vez lo que acababa de leer y luego una vez más de pies a cabeza.

Lo escuche suspirar entre cortado, vi como apretó su puño y tenso tan fuerte su mandíbula que tuve miedo que pudiera astillar alguno de sus dientes, di un paso atrás, no sabía que esperar. Finalmente tome valor y suspire.

– Estoy en búsqueda de esa dirección – Señale al sobre – Pero solo veo edificio y me dieron una especificación, una casa – Recalque a palabras del Abogado Shawn –

SCARED :THIS IS NOT MY LIFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora