El diario de Alejandro

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Capítulo XXIV
"Adiós mutación (parte I)"

Al enterarme de aquella fatal noticia, mi corazón estalló de un momento a otro, Renata había muerto, otra vez perdí a una persona valiosa y no pude hacer nada para poder intervenir, era tan frustrante, que no me salían palabras, solo me tiré en el piso a llorar por un largo rato.

6 horas después

Recuperaron el conocimiento, Daniel, Thomas y Helena estaban de nuevo en sus 5 sentidos, o eso quería pensar, así que sin pensarlo subimos a la camioneta, la tristeza no había pasado, pero el llanto ya había cesado desde hace un rato atrás, no dije nada en el camino, solo que ahora Zefer y Thomas eran los únicos que sabían sobre mi "habilidad".

Al cabo de un tiempo la lluvia se hizo presente, igual que mis lágrimas, lloré en silencio durante un rato, nadie se dió cuenta, el clima cambio drásticamente, de pasar que hace unos minutos el calor estaba arriba de los 40° descendió con la lluvia a menos de 12°, según el aparato a mi lado, la atmósfera cambio de un segundo a otro, el cristal se empañó y por mi mente solo cruzaban esas 4 notas, 4 notas que no supe donde las escuché, no sabía si tan siquiera era un recuerdo mío, sólo recuerdo haberlas escuchado, pero no recuerdo dónde ni como, solo las recordaba y ya no abandonaban mi mente, y solo se repetían una y otra vez hasta el cansancio con un ritmo marcado, un ritmo que seguía golpeando mis dedos sobre mi rodilla, entramos en una espesa niebla, donde solo se veían las luces de los faros del camión delante de nosotros brillar, era nuestro único guía para saber por dónde ir, durante el transcurso enmedio de esa densa niebla nadie hablo, todos estaban concentrados en los faros de adelante, mis lágrimas se cristalizan con una rapidez increíble, abandonamos la niebla después de al rededor de 10 minutos y seguimos viajando con normalidad, así durante varias horas, hasta que el camión se detuvo, y por ende nosotros también, todos bajaron, estábamos en un clima sumamente frío, una zona donde no dejaba de caer nieve, un gigantesco mar blanco que desemboca en un bosque con los árboles portadores del tronco más oscuro que puedas imaginar, y justo enfrente, a unos cuantos metros un pequeño campamento, era solo un edificio enmedio de la nada, o más bien, dos edificios conectados que formaban uno solo, no media más de 70 metros, la verdad no creo que quepan muchas personas ahí, seguí a aquel grupo de 25 personas, Zefer estaba con ambos brazos rotos, había hecho una improvisación con su camisa para mantener ambos brazos a flote, y al entrar inmediatamente lo llevaron al área de tratamiento, me quede solo, no había nadie, nadie que yo conozca, todos se marcharon y me había quedado enmedio de una inmensa masa de gente desconocida, había personas que me observaban, a decir verdad la gran mayoría lo hacían, sin ninguna discreción, solo me miraban, sabía que ellos me conocían, que sabían quien era yo, he ahí el porqué de las miradas, me miraban con odio, con asombro, con miedo. Infinidad de emociones que viajaban por el aire, pero a fin de cuentas, no es la primera ni será la última vez que reciba todas esas miradas y emociones viniendo hacia mí.

Traté de buscar a alguien, así que simplemente salí de aquel recibimiento tan... "Cálido" donde todos me daban la bienvenida con aquellas miradas lascivas, perdido en mis pensamientos no sentí cuando Thomas se puso a mi lado, estaba caminando muy calmado, como si no le importara nada,              — Escúchame niño, no nos quedaremos en esto hasta que se destruya como acostumbras a hacer, no nos quedaremos mucho tiempo, no tenemos el necesario para hacerlo, descubrí lo que pasa, pero no te puedo contar aquí, así que vayamos afuera–, su tono era serio, era imposible ignorar algo así, así que simplemente salimos, nos adentramos en el bosque y esperamos un tiempo considerable en silencio a ver si alguien nos seguía, no sabía que tantos misterios guardaba, pero sea lo que fuere me interesaba, —Venga Thomas, cuéntame–,     —Está bien, descubrí que hay una organización que se especializa en gente rara como tú, tanto por lo de tu mutación como por lo de tu demonio, ellos te siguen, he vigilan, y hacen experimentos, hacen cualquier cosa para poder estar cerca de ti, ésta organización es muy peligrosa, ha corrompido a los Titanes más grandes del planeta, las personas más fuertes, todos han caído bajo sus torturas, así que quiero que te cuides, sonará a cantaleta de tu madre pero cuídate de esos tipos, te podrían secuestrar y hacer experimentos horribles contigo, yo estuve ahí, y se supone que me borraron la memoria y me inyectaron un gen de super soldado, una variación del Genoma 6, el virus que inicio esta horrible guerra, no sé como empiezo a recordar todo esto, pero solo te digo que tengas cuidado, pueden estar en todos lados–, eso me dejó sin palabras, ahora sabía el porqué de que en todos los lugares donde he estado mi vida corre riesgo, tal vez quieran medir hasta donde puede llegar el poder de Tenebris, y es por eso que en aquella batalla contra el Necroformer no haya querido dar más poder, tal vez el estaba sospechando de algo, o quizá solo no me quiso dar poder, pero aquello que me dijo Thomas me dejó bastante impactado.

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