El diario de Alejandro

Capítulo XXV
El pasado de Daniel
Parte I

9 años antes
Daniel narra:

Mañana era mi fiesta de cumpleaños, cumplía 8 años, no podía esperar hasta mañana, me costó dormir como nunca en mi vida, no podía esperar, mañana vendrían todos mis amigos y familia, la emoción me corrompía, mi mamá en un intento desesperado de dormirme, el cuál funcionó, me dijo que corriera por toda la casa, que es bastante extensa, y que diera 5 vueltas. Al finalizar estaba exhausto y prácticamente caí dormido, al día siguiente todo fue de maravilla, Mariano, mi mejor amigo acababa de llegar, sirvieron la comida, habían pedido pizza, todos comían felices, en distintas mesas repartidas por el gran jardín de mi casa, todo fue de maravilla, partimos el pastel, pedí mi deseo, que mi madre y mi padre volvieran a estar juntos, se habían separado hace 2 años, y aunque ambos estuvieran presentes ese día ni siquiera se dirigían la mirada, pero no le tomé importancia, jugué como siempre con mis amigos, comí como siempre y partí mi pastel como siempre, al terminar todo seguí jugando con mis amigos, todo fue muy divertido, el trampolín estaba listo, ya estaba terminado de armar, todos subimos, saltando una y otra vez, hechando piruetas y vueltas en el aire, todo fue divertido... Todo hasta que eso pasó... Toqué el suelo del trampolín, y antes de saltar todos a mi alrededor cayeron de igual manera, haciéndome volar con una gran fuerza hacia un techo de metal bastante inestable.... choqué con fuerza y caí, todo el metal oxidado cayó sobre mi, ese oxidado y filoso metal impactó de lleno contra mi, quedé sepultado bajo óxido puro, pude sacar algunas partes de encima de mí, hasta quedar descubierto completamente, traté de salir pero sentí un fuerte dolor en mi brazo, dolía como el infierno puro, torné mi vista y Vi que un pedazo de este había atravesado mi brazo de lado a lado, comencé a gritar desesperadamente, traté de sacar mi brazo, pero solo conseguí que el dolor creciera más, comencé a llorar, apreté los dientes, traté de sacar a toda costa ese oxidado metal, inmediatamente mi padre llegó y pisó mi brazo, después levantó el metal, eso dolió como mil infiernos, grité porque la salida de aquel metal ardió como si fuera consumido por fuego, soltó mi brazo y me cargó inmediatamente, me llevó a su auto y subió a mi mamá en el asiento de atrás conmigo, miré por un breve segundo mi herida, mi chaqueta estaba toda desgarrada, mi brazo tenía un gran hueco, y luego mi madre me volteó la mirada, —No veas...– decía llorando, — Apúrate Jacob–, le gritaba a mi padre,     — Llegaremos en unos segundos...–, decía enojado, paramos en seco y mi padre con una velocidad que nunca había visto se bajó del auto y abrió la puerta trasera, me cargó, yo estaba muy débil por la perdida de sangre, llegaron con la recepcionista, —Necesita cirugía inmediata–, la enfermera tras escuchar las palabras de mi padre y ver mi herida apretó un botón rojo que hizo sonar una alarma en todo el hospital, inmediatamente paramédicos entraron con una camilla, me quedé inconsciente mientras veía el charco de sangre en el suelo.

J A C O B

Tras ver a Dani desmayarse el pánico me invadió y lo subí inmediatamente a la camilla mientras veía como se lo llevaban al quirófano, donde había doctores y enfermeras de emergencia, luego las puertas se cerraron.

9 horas después

El doctor salió, Nora y yo nos paramos inmediatamente a esperar la noticia del cirujano.

—Debido a la fuerte cantidad de sangre perdida, es necesario un donante–, —¿Como está doctor?–, pregunta Nora, — Se encuentra en buenas condiciones, pero fue complicado, debido a que lo que hizo el corte fue un artefacto de metal oxidado, tuvimos que amputar el brazo antes de que el virus conocido como "tétanos"  se extendiera por todo el cuerpo y perdiera la movilidad en las piernas, el seguro cubre el implante de un artefacto de última generación en la tecnología, se trata de un brazo robótico construido con tecnología de punta, es su decisión si quieren que se quede sin un brazo o se adapte a un implante robótico–, — Proceda con el implante, yo seré el donante–, dije con frialdad, sé que Nora habría elegido lo mismo.

N O R A

Se llevaron a Jacob para extraerle sangre, pasé toda la noche sin dormir, llegaron las hermanas de Jacob junto con Ángela. Su hermana. Al pasar unas horas salieron del quirófano en camillas, —Tranquila señora, el procedimiento quirúrgico fue exitoso, el proceso de donación de sangre se llevó a cabo sin ningún tipo de complicación, y el implante del brazo robótico de igual manera, el cuerpo de Daniel aceptó el implante demasiado bien, no hubo ningún tipo de reacciones negativas, por lo pronto necesitará al menos 2 semanas de reposo y luego tendrá que venir a cesiones para acostumbrarlo a usar su brazo–, checó sus papeles mientras yo le agradecía la información,           —¿Cuándo los podré ver doctor?–, —En cuanto despierten–, —Gracias–, el doctor se retiró y Ángela me abrazó con fuerza.

7 horas después

D A N I E L

Cuando desperté el brazo me daba punzadas, giré mi vista y mi sorpresa fue inmediata al notar un implante robótico donde debería estar mi brazo, traté de moverlo pero lo hacía con torpeza, pulse un botón rojo que estaba en un costado de mi cama y varios segundos después un doctor y una enfermera llegaron a la habitación, la enfermera, al ver que no pasaba nada grave se retiró, y el doctor se acercó a mí, —Hola Daniel, veo que ya despertaste, te haré una revisión de rutina, dime cuántos dedos ves–, hizo varios números con sus dedos, incluso con las dos manos, —Tres... Nueve... Cuatro... Seis–, —Bien...–, puso una linterna pequeña sobre ambos ojos, y me dijo que siguiera su mano con la mirada, lo hice sin dificultad, — Daniel, estás en perfecto estado–, me sonrió,       —Tal vez al ver tu brazo tu sorpresa no se hizo esperar, pero es necesario que trates de usarlo lo menos que se pueda de momento, pronto vendrás a cesiones para que te puedas acostumbrar y usarlo de la mejor manera–, solo asentí con la cabeza, mi padre y mi madre junto con mi hermana entraron a la habitación y me abrazaron,     —Disculpen, pero Daniel de momento necesita descansar, por ahora es mejor que no hagan eso–, reprochó el doctor, me hicieron cientos de preguntas, pero era solo rutina, las típicas preguntas que te hacen cuando te pasa algo.