Confussion

CELOS

Después de la primera cita, Sara y Ryo, continuaron viéndose fuera del trabajo, de manera regular; una o dos veces entre semana iban a pasear, al parque, al centro comercial, a veces solo a platicar un rato, tomar un café, o cenar y poco a poco se iban conociendo mejor.

Los fines de semana eran un poco mejor, al tener más tiempo disponible, Sara le mostró su ciudad de Chihuahua, con el amor que ella le tenia, juntos exploraron y disfrutaron de museos, que aunque no eran muchos eran bastante interesantes, exploraron los templos, y mientras ella le explicaba cosas curiosas, como que en la Plaza Merino, a las espaldas de catedral, se colgaba a los condenados a muerte, con la creencia que al estar de espaldas a dios, no cometían una falta.

Mientras Sara le contaba las cosas que había aprendido de boca de historiadores ; a lo largo de los recorridos de fotografía que solía hacer con su papá, Ryo solo la miraba con más fascinación, entendía porque se habían confundido con su edad, ya que aunque su físico se notaba que era una muchacha joven, su actitud no correspondía con una "niña" de 17 años.

Y es que el tema de la edad, era lo único que le impedía iniciar una relación con ella, pues al ser menor de edad y trabajar juntos, no estaba seguro de si era correcto dar un paso más, y por otro lado disfrutaba mucho de la amistad de Sara, como para arriesgarse a perderla, por avanzar hacia un camino incierto; si, era un hombre que cada vez sentía más necesidad de besarla y tenerla físicamente, pero también era un ser humano que hasta antes de conocerla no tenia noción de cuan solo estaba en ese país extranjero.

Estaba en comunicación constante con su familia, pero las diferencias de horarios no lo hacían fácil, y su carácter reservado no le facilitaba hacer nuevos amigos, la gente de la empresa únicamente se limitaba a poner a su alcance las cosas necesarias para vivir, ellos le habían rentado un departamento, y le pagaban el servicio de uber, ya que Ryo no contaba con licencia para conducir en Mexico, lo habian invitado en un par de ocasiones a "cenar", mero pretexto para borracheras a cuenta de la empresa, pero al no sentirse comodo, se limito a hacer su trabajo, y regresar al departamento a ver series en television, o jugar en linea con su computadora, en el departamento no habia mucho que hacer, ya que el mismo incluia un servicio de limpieza profunda dos veces a la semana, asi como servicio de lavanderia, Ryo comia casi siempre en la calle, y en casa solo habia jugos o fruta para la cena, o a veces para desayunar.

Con el inicio de su amistad con Sara, las cosas fueron cambiando paulatinamente, la primera vez que invitó a Sara a cenar a su casa, se sentía algo inseguro, pero Sara aceptó; y pasaron una tarde deliciosa Preparando sushi, con los ingredientes que compraron previamente en el supermercado, Ryo era buen cocinero, pero al vivir solo, el cocinar no tenia la menor gracia posible así se descubrió platicando tranquilamente en la barra de su departamento:

- Y estas segura que no tienes problemas en casa, por estar aquí?

-No, solo dije la verdad, que estaría en casa de un amigo cenando y viendo películas, mi familia confía en mi, ademas voy a regresar temprano, asi que no veo porque pueda tener problemas, y no creo que seas un psicopatía violador. ( al escuchar a sara el rostro de Ryo se puso rojo como tomate, en realidad había dado en el clavo, ya que ella no tenia idea de cuantas veces la había soñado en su casa, pero no como amiga, sino como algo más)

- Yo te respeto Sara, no haría nada que te lastime, o que tu no quieras, solo preguntaba por que aun vives con tus padres y desconozco las reglas aquí.

-Pues no son muy distintas que en otras partes, creo... en mi casa en particular, mis papás confían en mi juicio, digo ellos te educan y después tu vas tomando tus propias decisiones, además quien quiere hacer algo, no le importan los horarios, digo, tengo amigas que en horas de clase se iban con los novios al motel, claro que ahorita ya algunas tienen bebés, y otras una lista enorme de novios.