↳Save me | 2won

Capítulo 3

El pelirrosa corrió apresurado por los pasillos del hospital, con un chico medio inconciente en sus fornidos brazos esperando ser atendido. La palidez del rostro del muchacho era visible a pesar de que unas cuantas capas de mugre lo cubrían, su cuerpo temblaba y ardía debajo de los brazos de Wonho, seguía teniendo la fiebre cada vez más alta, su temperatura corporal no parecía querer regularse. La ropa de Hyungwon estaba empapada y por consecuencia también la de Wonho por tomarlo en brazos, pero la de este último no estaba tan mojada como la del pobre chico que estaba sufriendo de un terrible resfriado y fiebre en esos momentos.

Llegó a emergencias, donde se encontró con un montón de doctores y enfermeras dispersados corriendo de un lado a otro.

—¡Por favor, un doctor!—Se vió obligado a levantar un poco la voz para que fuese escuchado y de inmediato recibió la atención de varios internos y enfermeras que socorrieron a Hyungwon—No le baja la fiebre, está muy pálido y resfriado, lo encontré mojándose en la calle sin un techo, no se por cuantos días habrá pasado por todo esto pero también está muy flaco y las costillas se le notan, seguramente no ha comido en días. ¿Pueden ayudarlo?

—Si, llevenlo a una camilla —Ordenó una enfermera mientras miraba fijamente al casi inconciente y delirante Hyungwon, varios internos y uno que otro enfermero lo cargaron para trasladarlo a una camilla—Señor, sólo hay un problema. No dude en que vamos a atender de la mejor manera a ese joven, pero a leguas se nota que es un chico de la calle por su aspecto mugroso y desaliñado, y que no tiene ni para comprar un pan, le recuerdo que este es un hospital privado. ¿Cómo cree que va a pagar los servicios un joven como él?

Wonho sintió como el coraje lo hervía, pero no lo hizo notar, si no que, dió una inspiración profunda obligándose a calmarse. ¿Cómo podían en una situación así pensar en el dinero antes que en la salud del paciente?

—Señorita, con todo respeto, lo mejor sería que vaya a atender al chico. De los gastos no se preocupe, si lo que importa es el maldito dinero para que lo atiendan, ahorita mismo voy a mi casa para sacar de mi caja fuerte un poco de efectivo.

—No me mal entienda, señor, sólo era pequeña una duda. Ahora mismo ya lo están atendiendo, yo me retiro, lo dejo —Soltó un poco apenada la enfermera mientras se marchaba por el largo pasillo para seguir atendiendo pacientes.

Unos quince minutos más tarde, una enfermera distinta se acercó a Wonho con un montón de papeles que necesitaban ser llenados para completar el expediente clínico de Hyungwon.

—Buenas noches, ya le hemos puesto un diagnóstico al joven, ahora se encuentra dormido y un poco estable, la fiebre comenzó a disminuir pero no se ha bajado del todo, sin embargo necesito de unos cuantos datos más que deben ser llenados. ¿Podría ayudarme? ¿Sabe usted cuál es el nombre del paciente? ¿Cuántos años tiene? Y si ¿Tiene algún familiar?

—Lo siento mucho, señorita, no sé nada sobre él, sólo lo encontré y decidí traerlo —Habló Wonho y la enfermera hizo una mueca y asintió—Será mejor que cuando despierte le pregunten a él.

—Supongo que tiene razón, de igual modo, muchas gracias, que descanse—Soltó de manera amable la enfermera retirándose del pasillo con el papeleo en su mano.

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Soltó un suspiro cansado, había pasado un día muy difícil y pesado en el restaurante, había tenido que lidiar con gente demasiado exigente que habían llamado al gerente (él), por una equivocación que había tenido uno de sus empleados y que él tuvo que solucionar de inmediato haciendo un mínimo descuento en los platillos que solicitaron los comensales, ahora que había llegado a su amado hogar podría descansar un poco, después de haber pasado unas cuantas horas incómodo en la sala de espera del hospital.