Últimamente ella se ha sentido invisible, como si no existiera. Las personas siguen, avanzan, continúan con sus vidas y ella... ella solo observa.Todo comenzó con acciones mínimas, insignificantes de cierto modo; pero con el tiempo esas acciones se volvieron notables, demasiado notables. Las personas ni siquiera se esforzaban en disimular.
Aquellos amigos, que siempre iban a estar, en las buenas y en las malas, ya no la tomaban en cuenta. Su relación empezó a basarse en algún que otro saludo en la calle o algún like en alguna publicación de Instagram. Ya no la esperaban a la salida, ya no la invitaban a las reuniones, y ya tampoco inventaban una excusa cuando ella les preguntaba el por qué.
Y cuando ella los invitaba, cuando ella intentaba acercarse, ellos la evitaban.
Ella está rota, ella carga con millones de conflictos tanto internos como externos y cada vez que busca un hombro en el cual llorar, termina más sola de lo que estaba.
Su familia también, pocos la tenían en cuenta. Sus tíos, primos, y hasta sus propios hermanos ya no disimulaban el disgusto que ella les provocaba.
Y ella seguía sin entender por qué.
Ella solo quiere ser feliz, ¿pero acaso es posible ser feliz solo?
Ella odia sentirse así.
Lo odia.
Lo odia con todas sus fuerzas.