Frágil

Capítulo V | Final

—Hola, Sakura —saludó Naruto, abriendo la puerta y permitiéndole pasar. La chica le regaló una pequeña sonrisa como respuesta—. Me alegra que estés aquí, Sasuke cada día está peor, incluso se ve más pálido y flacucho —informó con preocupación, contagiando de lo mismo a la pelirrosa—. Está en su habitación, vamos.

Sakura asintió nerviosa y enseguida se encaminaron hasta la habitación, la cual se mantenía con la puerta cerrada. Naruto le sonrió compasivo, tocó la puerta y se alejó enseguida, no sin antes decirle que ésta no tenía puesto el seguro, por lo que podía entrar cuando quisiera. La pelirrosa respiró profundamente y tomó la manija, girándola lentamente para después empujarla, cuando estuvo dentro observó que Sasuke estaba acostado sobre la cama, dándole la espalda, estaba envuelto entre las sábanas. Ella caminó lentamente y tomó asiento en la orilla de ésta, durante algunos segundos se mantuvo en silencio.

—Sasuke...

Él pareció estremecerse, lentamente se dio la vuelta y entonces la miró.

—Saku...

Ella se inclinó y besó su frente fugazmente. Naruto no había mentido, Sasuke se veía demacrado, de alguna manera se sentía responsable de su estado, y no porque creyera que era culpable, sino porque no había estado para ayudarlo.

—Me alegra que estés aquí, creí que no volvería a verte.

—Creí que tú no querías verme.

Sasuke suspiró y de poco a poco retiró las sábanas de su cuerpo, incorporándose, se sentó junto a ella y resolvió su cabello, despeinándolo aún más.

—Jamás querré eso. Simplemente tenía que asumir mi decisión y vivir con ello, si seguía junto a ti la culpa acabaría conmigo.

—Justo como ahora —interrumpió, viéndolo detalladamente.

Sakura descansó su mano sobre la pierna de él, Sasuke sin poder aguantarse, colocó sobre ésta su mano.

—No lo soporto, Sakura —alzó su mirada, encontrándose con la de ella.

—Tranquilo —giró su muñeca para entrelazar sus dedos, eso se sintió bien para él, pues por fin volvía a sentir su calor—. Estoy aquí, Sasuke, jamás me alejaré de ti.

—Te amo, Sakura.

Terminó por acercarse completamente a ella, pegando sus frentes, el contacto era bueno, sentía tanta paz, por lo que cerró los ojos. Sakura no tenía intención de alejarlo, también lo necesitaba, y realmente lo amaba, no iba a callárselo.

—Te amo, Sasuke.

Sin perder más tiempo, terminó por pegar sus labios, besándola con ternura, disfrutando del contacto. La envolvió entre sus brazos, sintiendo que en cualquier momento ella se apartaría.

—Lo siento tanto.

—Está bien, lo sé, ya no te castigues.

—Incluso ahora creo que dependo de ti, porque no puedo estár solo.

—Tanto tú como yo somos personas independientes. Los primeros tres días pasé por lo que ahora tú estás pasando, estás dejando salir tu tristeza y está bien.

—Eres increíble.

—Tú también lo eres, Sasuke.

—Por supuesto que no, no hubiera tomado una decisión tan estúpida entonces.

—Estabas confundido, ahora lo entiendo —no tenía que seguir culpándose, ya estaba hecho, ahora tenía que seguir adelante.

—Creí que ya no era suficiente para ti.